En medio de las tensiones crecientes en la industria láctea europea, múltiples delegaciones agrícolas han hecho sentir su presencia. Unificador bajo el lema «¡Ingresos justos para los agricultores, AHORA!», este frente unido se propuso enfatizar la necesidad de una retribución justa para los productores de leche en todo el continente. Esta concentración se presentó en paralelo al Consejo de ministros de Agricultura, enfatizando el mensaje directo de la protesta a los poderes decisores de la Unión Europea.
La Junta Europea de la Leche (EMB), representante de alrededor de 100.000 productores de leche de más de 15 países, fue la entidad encargada de organizar la manifestación. El objetivo: ejercer presión sobre los líderes comunitarios antes del comienzo de las elecciones europeas y justo antes de la celebración del Día Mundial de la Leche.
El presidente de la EMB, Kjartan Poulsen, subrayó que este movimiento pretendía no solo ser una protesta, sino también ser un recordatorio para los políticos sobre la necesidad de actuar para proteger los intereses del sector. Quizás uno de los aspectos más interesantes es que la EMB ha enfatizado que no están en contra del Pacto Verde, pero que se están realizando demandas al sector con demasiada rapidez, situando a la industria en una situación de tensión.
Las preocupaciones expresadas por el presidente de la EMB se ven reflejadas en la situación de muchos agricultores, como es el caso de Tanja van Poecke, una granjera en la región de Flandes, quien subrayó que la situación es particularmente complicada para los jóvenes. Este punto de vista enfatiza el reconocimiento generalizado de que la falta de jóvenes en la agricultura es un problema grave en toda Europa y que está llevando a un envejecimiento progresivo de los agricultores.
Finalmente, la EMB presentó una serie de propuestas, pidiendo, entre otras cosas, una regulación que prohíba precios que no cubran los costes de producción, cláusulas que garanticen que los alimentos importados cumplan con las regulaciones comunitarias, y la inclusión real de los productores en el diseño y aplicación del Pacto Verde, entre otros puntos. Estos planteamientos dan una idea clara del camino que los representantes de los productores de leche europeos quieren seguir para salvaguardar la continuidad de su industria.