Los embalses españoles han sufrido una disminución preocupante en su nivel de agua, registrando una reducción del 1,5% en comparación a la semana anterior, según confirman fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. En términos absolutos, esta disminución se traduce en un total de 794 hectómetros cúbicos (hm3), situando a la reserva total de agua en el 50,9% de su capacidad, es decir, alrededor de 28.518 hm3.
A pesar de las precipitaciones notables que han afectado a las cuencas Mediterránea y Atlántica, el nivel de agua ha seguido disminuyendo. Este fenómeno resulta aún más llamativo si consideramos que la máxima precipitación se ha registrado en Teruel con un impresionante total de 48,4 litros por metro cuadrado (l/m²).
Aunque la cantidad de agua almacenada en los embalses se sitúa casi mil hm3 por encima del promedio registrado en los últimos diez años (27.803 hm3), la situación sigue siendo de especial preocupación. Ciertas cuencas presentan datos alarmantes, como la cuenca del Segura, que ha experimentado una disminución nuevamente y se sitúa en el 17,6 % de su capacidad. Le siguen Guadalete-Barbate (22,7%); Mediterránea Andaluza (25,8%); cuencas internas de Cataluña (31,6%); Guadalquivir (33,6%) y Júcar al 42,8%.
Por otro lado, algunas cuencas han mostrado una tendencia ligeramente más positiva. Tal es el caso de las dos cuencas del Cantábrico, donde la reserva de agua ha aumentado, situando la oriental al 80,8% y la occidental al 81,4%. Además, la cuenca de Tinto, Odiel y Piedras ha aumentado sus niveles hasta alcanzar el 77,3%. Por último, destacar que las cuencas del País Vasco mantienen niveles estables, situándose al 90,5%.
Estos datos ponen de manifiesto la urgente necesidad de una gestión consciente y sostenible de los recursos hídricos para hacer frente a las necesidades del presente sin comprometer las de las futuras generaciones.