En una reciente publicación destinada a profesionales y seguidores de la industria cervecera española, Alberto Rodríguez-Toquero, director general de la reconocida cervecera Mahou-San Miguel, detalla su visión sobre la importancia de preservar el valor de la marca y no cooperar en la producción de cervezas de marca blanca para otros distribuidores.
Rodríguez-Toquero afirmó con firmeza: «Somos lo que somos porque nos eligen los consumidores y lo tenemos clarísimo. Son los que tienen el poder soberano para hacernos crecer o no crecer, y a ellos nos debemos; por tanto, tenemos que hacer las cosas muy bien». Este compromiso con los clientes es una pieza central para su estrategia de marca.
Una parte crítica de esa estrategia se refleja en el valor con el que la cervecera carga cada una de sus marcas. Intencionalmente, se esfuerzan por inyectar individualidad y contenido en cada una de sus marcas, con la esperanza de que cada consumidor reciba un mensaje único. Este enfoque, según Rodríguez-Toquero, se extiende a su estrategia de diversificación e internacionalización: «Creemos que en el valor de las marcas, y de la misma manera las internacionalizamos, porque creemos que tiene más valor que hacer más volumen sin marca o para una marca de terceros».
Esta filosofía también se ha trasladado a los resultados financieros de la compañía. Los datos relatan que Mahou-San Miguel generó 1.917 millones de euros en 2023 y obtuvo 108 millones de euros en beneficios, después de vender 21 millones de hectolitros de cerveza y agua en España y en mercados extranjeros.
Mahou-San Miguel, fundada en 1890 y actualmente gestionada por la sexta generación de la familia descendiente de Casimiro Mahou, ha sabido establecer su posición en la industria cervecera. En la actualidad, la compañía se ha diversificado comercializando marcas como Mahou Cinco Estrellas, San Miguel, Alhambra, Solán de Cabras y ha entrado en el segmento de cider con La Prohibida.
Rodríguez-Toquero espera un buen verano. La empresa está preparada para beneficiarse de los próximos eventos deportivos, como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, que atraen a un alto número de visitantes en la temporada estival. Más allá de los obstáculos de la pandemia y del cierre de establecimientos hosteleros, el director general pone de relieve el posible crecimiento del consumo fuera del hogar en el verano, un período que él denomina con cariño como «el otro salón de la casa».