Los productores de queso rusos han llevado a buen puerto el arte de la elaboración de quesos tras una década de sanciones económicas. Esta maestría ha quedado patente en un festival que se está celebrando este fin de semana en la región de Moscú, y congrega a participantes de todo el país.
Alexandr Vidiojin, dueño de una fábrica de quesos en la región de Vladímir, ensalza el arte de la elaboración del queso: «Llevo 27 años dedicado al queso, es algo que simplemente me gusta hacer. Antes importábamos mucho queso de Europa, ahora somos los artífices de la producción nosotros mismos».
Este festival no solo sirve como punto de encuentro y de intercambio de experiencias para los productores, sino también como una auténtica fiesta para los amantes del queso. Aquí, puedes encontrar quesos para todos los gustos, desde ruedas de parmesano, barras de gouda, camembert envueltos con esmero hasta diversas variedades de quesos azules.
La industría rusa de producción de quesos tuvo un impulso relevante hace una década, cuando Rusia vetó las importaciones de productos lácteos procedentes de la Unión Europea en respuesta a las sanciones por la anexión de Crimea. Esta prohibición, lejos de ser una limitación, ofreció a los productores rusos una oportunidad para ocupar ese nicho, pese a la ausencia de una tradición de fabricación de quesos similar a la europea.
Hoy en día, existe en Rusia un rico paisaje de fabricantes de queso. Por un lado, tenemos productores locales como Alexandr Mólotov, de la región de Kursk, quien agradece las contrasanciones que impulsaron el desarrollo de los granjeros rusos. Por otro lado, hay productores extranjeros establecidos en Rusia, como la empresa italiana Fattoria Marian, en el distrito de Klin, al noroeste de Moscú, que produce quesos y embutidos según recetas tradicionales italianas.
Además de rusos e italianos, un sabor que ha capturado las aspiraciones de muchos productores rusos es el queso manchego español. Constituye un símbolo de calidad al cual aspiran alcanzar.
Indudablemente, el camino hasta aquí no ha sido fácil para los productores rusos, pero, como dice Vidiojin, lo importante es continuar perfeccionando la calidad y fomentar la comprensión y la apreciación de los productos locales. Esta apuesta parece ser compartida por la ministra de Agricultura rusa, Oxana Lut, quien tras visitar el Festival del Queso, afirmó que el próximo reto es impulsar las marcas de queso ruso en el mercado internacional.