El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reiterado su compromiso con «tender puentes con China», asegurando que las negociaciones están en curso, a pesar de las recientes tensiones comerciales surgidas de la investigación iniciada por China sobre la carne de cerdo europea, en respuesta a los aranceles impuestos por Europa a los vehículos eléctricos chinos.
La implicación del sector porcino en esta disputa comercial ha sorprendido a Sánchez, que ha enfatizado que se trata de un sector no relacionado con la industria de la automoción. En palabras del mandatario español, «las guerras comerciales no benefician a nadie» y ha destacado que «China tiene muy en cuenta el valor del sector porcino español».
El anuncio de China a principios de este año sobre la realización de una investigación ‘antidumping’ (competencia desleal) de ciertas importaciones de carne de cerdo procedentes de la Unión Europea ha llevado a una creciente preocupación dentro del sector porcino, especialmente en España. No en vano, España se erige como el principal exportador de carne de cerdo a China entre todos los países de la UE. Esta decisión, potencialmente podría tener un impacto considerable dado que el año pasado, las exportaciones de este sector al gigante asiático alcanzaron un valor de 1.223 millones de euros.
Durante una reciente reunión en Pekín con el Consejo Asesor Empresarial de ambos países, Sánchez ha subrayado la necesidad de una solución negociada a estas tensiones arancelarias. Al término de su visita oficial a China, ha garantizado que «el sector porcino puede tener la seguridad de que el Gobierno español defenderá sus interesos».
En el marco del IX Foro España-China, el jefe del Gobierno español hizo hincapié en la necesidad de diálogo y de encontrar soluciones consensuadas para resolver estos problemas en medio de las actuales tensiones comerciales.








