En una reciente encuesta llevada a cabo por la organización Saborea España, la tapa de tortilla española maridada con cerveza ha emergido como el símbolo culinario más emblemático del país. Este hallazgo se hizo público el pasado jueves coincidiendo con el Día Mundial de la Tapa, que se celebra el 16 de junio de cada año.
El informe contó con la participación de 729 profesionales de la hostelería y clientes diversos. Además de Saborea España, colaboraron en la elaboración del estudio entidades como Hostelería de España, la federación de cocineros y reposteros Facyre, la organización europea de cocineros Euro-Toques, la Asociación española de destinos para la promoción del turismo gastronómico y Paradores de Turismo.
El estudio llegó a diversas conclusiones que arrojan luz sobre las preferencias gastronómicas de los españoles. El 82,5 % de los participantes cree que la tapa es el emblema culinario español por antonomasia, mientras que el 76,4 % se decanta por las tapas de corte tradicional. Las más populares entre los encuestados son la tortilla de patatas, las croquetas, la ensaladilla y las patatas bravas.
Contrariamente a lo que podríamos suponer, los españoles suelen optar por la cerveza (71 %) en lugar del vino (22 %) para acompañar sus tapas. A su vez, las propias tapas parecen estar incluidas en el precio de la bebida en el 58 % de los establecimientos hosteleros consultados.
La tapa no solo es una delicia culinaria en miniatura sino que también representa el espíritu y la cultura de cada localidad, reflejo de esto es que el 85 % de los establecimientos apuestan por la tapa local.
El tapeo es una actividad común y rentable para la hostelería, especialmente los fines de semana, con el sábado como día estrella. Un 62 % de los participantes en la encuesta salen a tapear más de 3 veces al mes, normalmente en compañía de amigos, y la mayoría de ellos tienen entre 30 y 45 años de edad.
La secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, ha enfatizado la importancia de la tapa como seña de identidad de la gastronomía española en el mundo. Asimismo, ha resaltado que este tipo de gastronomía propicia el «compartir y pasear por los distintos lugares», fomentando el turismo, la interacción con la economía local y la profesionalización de toda la cadena de valor.