El productor y exportador de alimentos de renombre mundial, Brasil, enfrenta una severa contracción en su cosecha de granos este año. La disminución del 5,9% con respecto a la de 2023 se pronostica debido a las adversidades climáticas, según informes recientes del Gobierno brasileño.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) vaticina que la producción de cereales, legumbres y oleaginosas cierra este año con 296,8 millones de toneladas. Esta cifra es un 0,9% inferior a la estimada en mayo. La reducción se atribuye a los desafíos climáticos, especialmente las duras sequías que han azotado la región central y occidental de Brasil desde el 2023. Este cálculo aún no integra las consecuencias por las inundaciones suscitadas en mayo en el sur de Brasil.
Paralelamente, el área para la siembra crecerá aproximadamente un 0,6%, llegando a las 78,3 millones de hectáreas. Esta cifra supera la estimación de mayo y la del año anterior. Dentro de esta producción, el arroz, el maíz y la soja son los principales protagonistas. Estos granos representan el 91,5% de la producción estimada y ocupan el 87,2 % del sector de la cosecha.
En una mirada más detallada, se espera una disminución del 3,5% en la producción de soja respecto a 2023, mientras que para el maíz el decremento será del 12,7%. Por otro lado, el arroz, un grano clave en la producción del sur de Brasil, aumentará su producción en un 2,3%, con una estimación de 10,5 millones de toneladas a recoger.
El IBGE explica este incremento en la producción de arroz debido a la circunstancia de que la mayoría de los cultivos de Río Grande do Sul, esperados para representar más del 69,3% de la producción nacional, se habían recolectado antes de las inundaciones. Además, la disminución de la producción de mayo se ha compensado con los aumentos en otras regiones del país.