El clima futuro con subidas de temperatura amenaza al sector vitivinícola español y presiona a los productores a tomar medidas enológicas y en la forma de interactuar con los viñedos para mantenerlos viables. Además, urge la adopción de cambios normativos que respalden estas modificaciones.
Las directrices que se deben seguir ven la luz al observar los efectos que acompañan al cambio climático, como el adelanto de las fechas de vendimia para hacer frente a las maduraciones aceleradas que llegan con las sucesivas olas de calor. Los productores encuentran una necesidad vital de amoldarse a situaciones meteorológicas preocupantes para mantener los niveles de calidad. Un análisis realizado por el departamento de Meteorología y Cambio Climático de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC) refleja la importancia de considerar cambios en las fechas de laboreo, regadío sombreado, ubicación de la finca o de variedad de uva.
Una investigación proyecta que para 2050 la temperatura media anual en España subirá entre 2-4 ºC y para finales del siglo los incrementos llegaran hasta 7 ºC para las máximas y 5 ºC para las mínimas. Asimismo, se espera una intensificación de las olas de calor y un aumento de las precipitaciones, de forma más concentrada en el tiempo.
Según las estimaciones, el cambio climático puede beneficiar a la zona del norte de la península, pero regiones como el sur y el suroeste peninsular y el Mediterráneo pueden verse negativamente afectados. Este escenario complejo para los viticultores implica complicadas reformas, desde variedades específicas de uva hasta maneras concretas de trabajar.
Además, la normativa y el marco legal implican un proceso burocrático. José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), apunta a la necesidad de ser más “agiles y más imaginativos” con las respuestas al cambio climático y también a problemas relacionados con el mercado del vino y su comercialización. Pone énfasis en la necesidad de una «agilidad normativa» para una rápida acción regulatoria.
El impacto del cambio climático no solo amenaza a los viñedos, sino que afecta a todo el sector vitivinícola. Por tanto, las respuestas deben ser rápidas y eficaces para salvaguardarlo.