La asociación de organizaciones de productores de frutas y hortalizas de Almería (Coexphal) ha rechazado la reforma de la Política Agraria Común (PAC) presentada por la Comisión Europea y se ha sumado, en el marco del Comité Mixto de Frutas y Hortalizas de España, Francia, Italia y Portugal, a la petición de que se retire el planteamiento actual. La organización reclama que el Parlamento Europeo vote en contra y exija una nueva propuesta dentro del Marco Financiero Plurianual (MFP) con un volumen similar y específico al de la PAC vigente.
El presidente de Coexphal, Juan Antonio González, resume el contenido como «una PAC menos agraria, menos común, con menos presupuesto y sin la simplificación prometida». La asociación advierte de efectos directos sobre el tejido hortofrutícola del sudeste español y sobre la competitividad del conjunto del sector europeo.
Según Coexphal, el giro planteado no garantiza la soberanía alimentaria y empuja a la Unión Europea a depender en mayor medida de importaciones de terceros países. La entidad recuerda que, tras las protestas agrarias de 2024, se anunciaron rectificaciones que no ven reflejadas en el borrador actual.
Motivos del rechazo
Coexphal sostiene que la propuesta reduce el alcance agrario y el carácter común de la PAC al abrir la puerta a un diseño más fragmentado por países. Además, denuncia que la prometida simplificación administrativa no llega con la profundidad comprometida y que se mantiene un nivel de exigencias que las explotaciones difícilmente pueden asumir sin recursos suficientes.
En ese contexto, la asociación subraya el impacto sobre la cadena de suministro hortofrutícola, donde la trazabilidad, el manejo integrado de plagas y las exigencias fitosanitarias ya implican costes añadidos. El sector teme un deterioro del rendimiento y de la estabilidad de campaña si no se asegura un armazón de ayudas previsible y homogéneo en la UE.
González incide en que la reforma «no sólo no garantiza la soberanía alimentaria», sino que, a su juicio, «acelera la dependencia» de las ciudades europeas respecto a proveedores extracomunitarios, con estándares y controles distintos a los exigidos dentro de la Unión.
Gestión por países y competencia
Uno de los puntos más criticados es el mayor peso que, según la propuesta, tendrían los Estados miembros en la gestión de presupuestos, ayudas y sectores prioritarios. Coexphal alerta de que permitir diferentes porcentajes y modalidades de apoyo por país puede romper la competencia leal entre productores para los mismos cultivos y mercados.
La organización también ve afectado el papel de las organizaciones de productores (OP), esenciales para concentrar oferta, planificar la campaña y reforzar la posición negociadora frente a la distribución. A juicio del sector, el nuevo marco debilita a las OP y dificulta la cooperación que ha sostenido la competitividad del modelo hortícola almeriense.
Para la asociación, cualquier ajuste de la PAC debería preservar instrumentos comunes que eviten desequilibrios entre regiones productoras y garanticen una transición ordenada en prácticas de riego, eficiencia energética y sostenibilidad, sin transferir cargas desproporcionadas a las explotaciones.
Petición al Parlamento Europeo
Coexphal insta a los eurodiputados a rechazar la reforma en su forma actual y a solicitar a la Comisión un texto alternativo en el MFP que mantenga una dotación comparable, con líneas específicas para frutas y hortalizas y reglas uniformes en toda la Unión. La entidad considera que esa vía es la única que ofrece certidumbre a las fincas y cooperativas que afrontan costes crecientes en agua, energía y mano de obra.
El sector recuerda las movilizaciones agrarias de 2024 y reprocha que el documento no cumpla las promesas de cambio de rumbo efectuadas entonces por las instituciones europeas. Coexphal reivindica un marco estable que favorezca inversiones en riego localizado, eficiencia de insumos y modernización, sin distorsiones entre Estados miembros.