La agricultura española se ve obligada a llevar a cabo un proceso de adaptación al nuevo escenario climático. Este desarrollo gira en torno a la sostenibilidad y la supervivencia de los cultivos ante los retos climáticos de la actualidad, según el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Ernesto Abati.
Abati destaca que la agricultura debe considerar tanto el cambio de los cultivos como la adaptación de estos a la nueva realidad climática. Explicó las consecuencias que el nuevo escenario climático produjo en las producciones agrícolas, que fueron grandes y notables en casi todos los años. Subrayó la urgencia de un cambio y adaptación al respecto.
Además, Abati respaldó la necesidad de apostar por una agricultura ecológica en el sentido de que sea capaz de reducir el uso de recurso vital pero a menudo escaso: el agua. También sirve para minimizar la utilización de fertilizantes contaminantes que causan la degradación de los suelos a largo plazo.
Estos ajustes, aunque urgentes, no son suficientes. Abati enfatiza que es crucial mantener un enfoque integral. A pesar del cambio climático y la ayuda que ha surgido ante las consecuencias del mismo, como el seguro que compensa con indemnizaciones las pérdidas productivas, el seguro agrario por sí solo no es una herramienta contra el cambio climático.
Abati insiste en que todo el proceso de adaptación se debe hacer sin perder de vista la necesidad de garantizar la sostenibilidad económica del sector. Debe ser una actividad rentable en sí misma, de nada sirve cuidar el medio ambiente si los agricultores no pueden subsistir económicamente.
Finalmente, Abati hizo hincapié en la importancia estratégica del sector agrícola para la economía española, un sector que representa el 11% del Producto Interior Bruto del país, favorece la supervivencia de las zonas rurales y garantiza la producción de alimentos para toda la población.
