En declaraciones recientes, Enrique Díaz, director de la interprofesional del huevo y sus productos (Inprovo), ha advertido de las posibles consecuencias que las políticas de la Unión Europea podrían tener sobre el campo de la industria avícola. En concreto, afirma que si la UE no desacelera el ritmo con sus regulaciones, el campo «va a gripar». Esta advertencia llega en un momento en que muchos productores europeos expresan su preocupación y exigen más flexibilidad en las políticas agrícolas y comerciales.
La UE, a través de pactos como el «Green Deal» y la estrategia «De la granja a la mesa», ha establecido normas estrictas para la producción de alimentos, lo cual, según Díaz, está acarreando un significativo encarecimiento de los costes. Muchas compañías sienten que estas normas se han diseñado sin tener en cuenta las repercusiones en el sector, generando así preocupaciones y dificultades añadidas para el campo.
Díaz recuerda que en 2012, la industria del huevo se vio obligada a hacer grandes inversiones para adaptarse a la normativa comunitaria de bienestar animal, la cual demandaba mejoras en las jaulas enriquecidas. Esta modernización comportó un desembolso de 600 millones de euros para las granjas y estima que actualmente el coste de mantenerse al día con las exigencias de bienestar animal ronda los 350 millones de euros anuales.
Estas preocupaciones se ven agravadas por el hecho de que estas inversiones rara vez cuentan con ayudas públicas. Y, como añade Díaz, producir en la Unión Europea es «un 150-160% más caro». Es en este punto donde sugiere implementar las cláusulas espejo para evitar que productos de otros países lleguen a la UE sin cumplir con sus estrictos requisitos de producción.
Además, Díaz hace hincapié en el hecho de que, a pesar de todas las dificultades, el año 2023 ha sido positivo para la industria del huevo en España. Se ha registrado un crecimiento del consumo en los hogares de alrededor del 8% en volumen y más del 19% en valor. Sin embargo, esta alta demanda interna ha conllevado una disminución de las exportaciones, señalando que «el mercado exterior está muy mal».
El sector del huevo también está pendiente de la nueva legislación comunitaria sobre comercialización de huevos, recientemente aprobada. La nueva norma considerará distintos cambios y el sector está en conversaciones con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para lograr una adaptación adecuada a los pormenores del sector.