El sector agrícola y ganadero de España, representado por Unión de Uniones, sigue en pie de guerra con múltiples demandas que buscarán hacer oír en una nueva manifestación en Madrid, luego de un mes y medio de protestas. Con la pancarta de «Nos siguen sobrando los motivos», esta agrupación agrícola estará llevando a cabo esta segunda concentración en Madrid en menos de un mes. Actos simbólicos como la donación de aceite de oliva a la ONG «Mensajeros de la Paz» serán parte de la jornada.
La discrepancia con el Gobierno español se manifiesta ante la falta de respuesta a sus demandas. Las convocatorias por Unión de Uniones mantienen un ritmo separado a las de las organizaciones mayoritarias ASAJA, COAG y UPA. Entre sus peticiones destaca la urgencia de afrontar una serie de reformas para resolver la crisis que azota al campo.
Entre las demandas por parte de Unión de Uniones se encuentran:
1. Implementación de una reforma «intermedia» de la Política Agraria Común (PAC) que debería entrar en vigor en 2025.
2. Auxilio por parte del Gobierno español para apoyar al sector agrícola y ganadero.
3. Salvaguardar el modelo productivo agrario de la Unión Europea y el español en fronteras.
4. Respeto y reconocimiento al papel que juegan agricultores y ganaderos por parte de los poderes públicos.
5. Derecho de los consumidores a una alimentación de calidad, segura, saludable y a un precio razonable.
6. Observancia plena de la Ley de la Cadena Alimentaria.
7. Recuperación y mejora de la Ley de Modernización de Explotaciones Agrarias para garantizar la prioridad del agricultor.
Unión de Uniones mantiene una autonomía notable frente a la agenda unificada de ASAJA, COAG y UPA, y pone en relieve su desacuerdo con el modelo actual de interlocución institucional. La federación tiene encuentros con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), pero no toma parte en las negociaciones llevadas a cabo por las tres organizaciones antes mencionadas. En este contexto, pide cambios legislativos que permitan realizar elecciones y cuestiona el actual modelo de interlocución institucional, ya que, según ellos, no refleja adecuadamente lo que las organizaciones agrarias representan para el campo español.
