La flota pesquera en España ve un creciente papel de los trabajadores extranjeros en sus filas, constituyendo el 10% de la tripulación total. Este incremento en la presencia de estos trabajadores, que provienen de lugares variopintos como Senegal o Indonesia, trae consigo nuevos desafíos y oportunidades.
La falta de mano de obra, junto con otras necesidades legislativas, está impulsando un cambio hacia una mayor inclusión de los trabajadores extranjeros en el sector de la pesca española. De hecho, estos marineros extranjeros son especialmente valorados en momentos de escasez de personal que dificulta las operaciones de pesca. Esta situación ha llevado a los armadores y a los sindicatos a buscar soluciones para incorporar a estos trabajadores de manera efectiva.
Según los datos del Régimen Especial de Trabajadores del Mar de la Seguridad Social, hay 6.224 afiliados extranjeros, es decir, un 9,5% del total. De ellos, 1.538 son de Senegal, 906 de Marruecos y 767 de Indonesia. Las autonomías con más trabajadores extranjeros en la pesca son Galicia, Cataluña, Canarias, Andalucía y Baleares.
En términos de contratación, los armadores buscan facilitar los requisitos de las titulaciones y la contratación, mientras que los sindicatos defienden un convenio colectivo y reformas para mejorar los salarios.
A pesar del valioso papel que los trabajadores extranjeros tienen en la industria pesquera, existen varios desafíos que enfrentan desde el reconocimiento de sus títulos hasta problemas con agencias de contratación. Sin embargo, hay esperanza de mejora.
Hace cuatro años, los armadores llegaron a un acuerdo con el Gobierno para publicar una resolución que permitiera la contratación de trabajadores extranjeros en buques que operaran fuera de las aguas españolas y a agilizar los trámites. Asimismo, los barcos que faenan en aguas de países con los que la Unión Europea (UE) mantiene un acuerdo tienen la obligación de enrolar un porcentaje de tripulantes de esa nacionalidad.
Además, los sindicatos están trabajando para garantizar que los trabajadores inmigrantes tengan las mismas coberturas que los trabajadores nacionales y negocian un convenio colectivo estatal. Igualmente, han denunciado condiciones laborales abusivas y buscan mejorar las condiciones de estos trabajadores en las leyes laborales españolas.
En resumen, la incorporación de trabajadores extranjeros a la fuerza laboral de la pesca española presenta tanto desafíos como oportunidades. Con la colaboración de todos los actores implicados, la industria puede abordar eficazmente estos problemas y maximizar el beneficio de esta diversificación de la fuerza de trabajo.