El escenario agroexportador de Argentina ha registrado un incremento notable en sus ingresos durante los siete primeros meses del año, según un informe presentado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
En julio pasado, los ingresos de divisas de Argentina por la exportación de granos y derivados alcanzaron la suma de 2.616 millones de dólares. Esto marca un incremento del 35,8% frente a los datos recabados en el mismo periodo de 2023. Además, si se mira con más detalle al mes de julio, se observa una mejora del 32,3% respecto a los ingresos registrados en junio.
Este ascenso se ha mantenido durante los primeros siete meses del año, durante los cuales los ingresos han sumado 13.640,1 millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 5% en comparación con el mismo lapso de 2023. De hecho, se señala a julio como el mejor mes del año en términos de ingresos de divisas de la agroexportación.
Aún así, Ciara y CEC advierten que la exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa. La industria aceitera, de la cual el país es uno de los mayores exportadores y productores mundiales, sigue enfrentándose a márgenes negativos permanentes.
Por otro lado, es importante destacar que el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo el biodiésel y sus derivados, representa casi la mitad de las exportaciones totales de Argentina. Los productos estrella en la exportación del país son la harina de soja, el maíz y el aceite de soja.
El aporte del sector agropecuario es esencial para la economía argentina, no solo por su relevancia productiva, generación de empleo y aportes al Fisco, sino también por el impacto en las reservas monetarias del Banco Central, quién actualmente se encuentra ante niveles exiguos. Sin lugar a dudas, esta mejora en el sector agroexportador despierta optimismo, aunque no falta añadir que la labor no ha terminado y aún se deben afrontar desafíos significativos.