El mes de marzo ha provocado un considerable revuelo en los mercados de cereales de España debido al ligero incremento en los precios del maíz, un fenómeno que contrasta con la tendencia bajista generalizada en este sector. Fuentes de la Asociación de Comerciantes Mayoristas Accoe (ACCOE) informaron que, aunque la caída media en los mercados mayoristas fue del 0,51%, algunas lonjas, especialmente en Cantabria, Cataluña y Castilla y León, fueron testigo de un aumento en los precios.
Analizando en detalle, en la primera semana completa de marzo, el precio medio del maíz se cifró en 206,35 euros/tonelada. Sin embargo, las lonjas de Valladolid, Tarragona, Lérida y Cantabria experimentaron un crecimiento en los precios. En Valladolid, el precio subió a 215 euros/tonelada, evidenciando un incremento de 3 euros semanales. En Tarragona, el maíz se cotizó a 195 euros/tonelada, marcando un aumento de 1 euro a la cotización semanal. A su vez, Lérida y Cantabria presenciaron un aumento de 2 euros en sus respectivas cotizaciones, alcanzándose los 192 y 201 euros/tonelada.
En contraposición, otros cereales mantuvieron una tendencia bajista en sus precios. El trigo blando se cotizaba a 212,35 euros/tonelada, manifestando una caída del 1,35%. La situación fue similar para la cebada, el trigo duro y la cebada de malta, cuyos precios descendieron en un 1,52%, 1,47% y 0,11% respectivamente. En enero de 2023, los precios del trigo blando habían caído un 36,51%; los del maíz se redujeron en un 35,6 %; los de la cebada descendieron un 35,98 %; los del trigo duro cayeron un 6,94 % y los de la cebada de malta desplomaron en un 32,16 %.
Este repunte en los precios del maíz, aunque leve, podría ser una señal de cambios más significativos en el horizonte para los mercados de cereales españoles. Adicionalmente, este incremento puede ser un indicador de compras coyunturales o movimientos temporales de mercado que pueden tener un impacto a corto plazo en la economía regional. Desde una perspectiva más amplia, este fenómeno refleja las dinámicas cambiantes y la volatilidad inherente en los mercados agroalimentarios.
