VALÈNCIA, 5 Nov. – El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha resaltado el “alto nivel de cumplimiento y eficacia” en la reparación de caminos rurales afectados por las recientes riadas. En la provincia de Valencia, el 92% de las obras ya están concluidas, mientras que Castellón presenta un avance del 85%.
Barrachina realizó una visita a Llombai y l’Alcúdia acompañado por la directora general de Producción Agrícola y Ganadera, Mª Àngels Ramón-Llin, así como por los alcaldes de ambas localidades, Ramón Gómez y Àngels Boix. Durante esta visita, el conseller afirmó que las actuaciones en caminos rurales suponen una inversión total de 30 millones de euros en ambas provincias, abarcando un total de 573 caminos con el objetivo de mejorar la seguridad y la conectividad en las áreas rurales.
Avances en la provincia de Valencia
En Valencia, se han intervenido en 348 caminos rurales, de los cuales 335 ya están finalizados y 13 permanecen en ejecución. En Castellón, las obras abarcan 178 caminos, con 132 completados y 46 en proceso de finalización.
Barrachina destacó las obras en la comarca de la Ribera, donde se han reparado 98 caminos con una inversión de 5,3 millones de euros. De estos, 96 ya están concluidos y 2 siguen en ejecución.
Intervenciones destacadas en Llombai y l’Alcúdia
Uno de los proyectos más relevantes ha sido en Llombai, donde se destinaron 958.881,25 euros para recuperar ocho caminos rurales. Estas obras han permitido recuperar el paso sobre el río Magro, que fue arrasado durante la riada, mediante la construcción de marcos prefabricados de hormigón armado de 2×1 metros y losas de hormigón para garantizar el tránsito de vehículos agrícolas. La estructura fue reforzada con una capa de hormigón y elementos de escollera de más de 60 cm de diámetro para asegurar la estabilidad.
En l’Alcúdia, se han completado once caminos rurales con un presupuesto total de 294.202,95 euros, enfocados en restituir firmes y levantar escolleras de contención. Entre las obras más críticas están las realizadas en el camino Paradís, donde se repararon los daños causados por el desbordamiento del barranco de Matamoros. Se construyó una escollera de tres metros de altura y 20 metros de longitud con bloques de piedra caliza, además de una losa de hormigón armado de 30 cm de espesor para restablecer la transitabilidad.
Barrachina concluyó subrayando que “este Consell trabaja por la reconstrucción” a diferencia del Gobierno de España, que, según su opinión, se limita a “anuncios y ayudas que nunca llegan”.








