El gigante panificador Bimbo ha anunciado que cerrará su planta en Valladolid el próximo 31 de diciembre, dejando a 166 trabajadores sin empleo. Este cierre podría prolongarse hasta el 28 de febrero para desmantelar por completo la instalación.
Desde Bimbo justifican esta decisión a partir de razones organizativas y técnicas, y no económicas, según afirmación de Félix Fernández, presidente del Comité de Empresa. Quieren concentrar los volúmenes de pedidos de productos que han bajado a nivel nacional para hacerlos más eficientes.
La dirección de la empresa ha presentado una memoria al Comité de Empresa, marcando así su hoja de ruta. Aun así, se ha programado una reunión más profunda para los días 2 o 3 de octubre. El cierre de la planta también afectaría a 40 empleos indirectos y tendría un impacto en los proveedores locales.
Al preguntárseles si la producción de Valladolid sería trasladada a otro lugar, la compañía no dio ninguna indicación, aunque se sabe que algunos de los productos se fabrican en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) o en Ciudad Real.
Se espera que el cierre sea recurrido mediante medidas de presión, según ha anunciado el Comité de Empresa, que mantiene su esperanza y seguirá presionando para disuadir a la empresa de llevar a cabo el cierre.
Además, ante la reestructuración a nivel nacional que está realizando el Grupo Bimbo, se advierte de posibles movilizaciones en toda España, ya que hoy puede ser Valladolid, pero mañana podrían sufrir otras factorías.
El anuncio del cierre ha sido recibido con pesimismo por parte de los trabajadores y ha sembrado la incertidumbre entre ellos, en especial entre aquellos con edades entre los cuarenta y los cuarenta y cinco años.