El Gobierno de Brasil estableció una fecha límite para que la Unión Europea responda a su petición de suspender la nueva normativa comunitaria. Esta reglamentación se encuentra en la lupa debido a que restringe la importación de productos alimenticios cuya producción está vinculada con la deforestación. El ministro de Agriculture Brasileño, Carlos Fávaro, es el responsable de hacer este anuncio y ha advertido que su país está en la tarea de buscar alternativas para evadir la aplicación de esta normativa.
Fávaro ha informado que le ha dado a la Unión Europea plazo hasta el 1 de octubre para que se manifieste de manera formal. En caso de que no lo hagan, declaró que su país buscará los mecanismos necesarios para evitar que la implementación de esta normativa se haga de forma unilateral. Asimismo, el representante brasileño entregó una carta al comisario europeo para la Agricultura y el Desarrollo Rural, Januz Wojciechowski, donde solicita la suspensión de la ley antideforestación.
La normativa comunitaria en cuestión fue aprobada en 2023 y tiene prevista su entrada en vigor en diciembre. Su objetivo es evitar que las importaciones de la UE de ciertos productos y materias primas, tales como el aceite de palma, vacuno, soja, café, caucho, madera o chocolate, cause deforestación en los países exportadores. Para lograrlo, establece que los exportadores de terceros países deben completar un serie de procedimientos de verificación altamente complejos para demostrar que su producción no proviene de áreas desforestadas.
Según el Gobierno brasileño, la complejidad de estas exigencias hace inviables las exportaciones brasileñas, especialmente las de pequeños y medianos productores, por lo que considera esta normativa como «unilateral» y «punitiva». Se estima que esta situación puede influir de manera negativa en hasta una tercera parte de sus exportaciones. De esta forma, se está jugando un importante espacio en el comercio mundial de alimentos que aún queda por definir.








