El sector de turismo rural en España ha registrado una alta ocupación en los meses de verano, superando el 55% de media, de acuerdo a diversas plataformas de reservas especializadas. Sin embargo, algunas asociaciones de propietarios, como la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur) y la Asociación de Profesionales de Turismo Rural (Autural), estiman una ocupación del 80%.
Este aumento se da en un contexto de extraordinaria actividad en todo el sector turístico español, registrándose incluso casos de saturación en ámbitos rurales. A pesar de ello, las cifras son similares a las registradas durante el mismo periodo del año anterior.
Fiel a lo acostumbrado, agosto ha sido el mes predilecto para el turismo rural, experimentando las mayores ocupaciones. En cuanto a los destinos, el liderazgo lo mantienen las zonas del norte del país, como Asturias y Cantabria, aunque las Islas Canarias resaltan como la alternativa favorita durante la época estival.
La ocupación promedio fue estimada en un 55% para los meses de verano por el portal de reservas Escapadarural.com. Dentro de estos, agosto presentó un pico del 64%. El gasto en destino igualmente experimentó un incremento, subiendo un 4.7% desde los 81 a los 85 euros por persona y día. Las provincias más solicitadas durante agosto fueron Asturias, Cantabria, Girona, Huesca y Barcelona, finalizando agosto con ocupaciones superiores al 70%.
Desde la plataforma de reservas alemana Holidu, se resaltó la «sólida y consistente» ocupación de los alojamientos rurales durante la temporada, destacando destinos como La Coruña, Cádiz, Granada y Almería con ocupaciones que oscilan entre el 86 y el 89%.
La tendencia sugiere un creciente interés de los viajeros hacia destinos tranquilos y alejados del bullicio de las ciudades. Además, estos alojamientos ofrecen a los viajeros la posibilidad de realizar actividades deportivas como senderismo, ciclismo o escalada, factores que motivan el turismo local.
Para finalizar, cabe resaltar que las zonas cercanas a ríos y otras áreas naturales han experimentado una alta demanda, incluso superando la capacidad de acogida de dichos destinos. Del mismo modo, se ha observado un aumento en la preferencia por las reservas cortas, en busca de mejor calidad y servicios.