En el marco europeo imperante se ha desencadenado una iniciativa que busca aliviar la prevalente crisis agrícola en la región. La Comisión Europea ha iniciado unas consultas a los Estados miembros acerca de un proyecto que propone retrasar la desaparición gradual del actual marco de crisis y transición, el cual permite conceder sustentos estatales para respaldar al ámbito agrícola.
Este esquema de apoyo, que estaba previsto que concluyese a finales de junio, funge como una contingencia para los Estados para poder otorgar ciertos tipos de ayuda al sector agrario primario. El propósito de esta prórroga limitada es que los Estados miembros continúen aportando asistencias limitadas a los agricultores si fuese necesario, e implementar de manera efectiva las medidas de apoyo en respuesta a la situación crítica que enfrenta el sector.
La Comisión puso en marcha este proyecto de propuesta a los Estados miembros recientemente, otorgándoles la opción de enviar sus comentarios. Su objetivo es someter a la adopción las modificaciones propuestas lo más pronto posible, tomando en cuenta la información brindada por los Estados.
Las turbulencias continuas en el mercado son una de las razones principales detrás de este movimiento. De manera particular, las consecuencias directas e indirectas de la guerra en Ucrania han ocasionado significativos problemas económicos e incertidumbres, perturbando los flujos comerciales y las cadenas de suministro.
Hace unas semanas, el Consejo Europeo resaltó la importancia de tener a su disposición un sector agrícola resiliente y sostenible para asegurar la alimentación y la autonomía estratégica de la Unión Europea, instando a la Comisión a trabajar en favor de la reducción de la presión financiera de los agricultores. La propuesta de prórroga temporal de este mecanismo es la respuesta ante esta necesidad de resiliencia y sostenibilidad en el sector agrícola europeo.
