El Comité Económico y Social Europeo (CESE) suena una alarma significativa en torno a la propuesta legislativa de la Comisión Europea (CE) que altera el reglamento de protección de los animales durante el transporte. El CESE sostiene que la aplicación de estas modificaciones puede tener una «repercusión masiva» en la industria ganadera, empujando a muchas a cerrar sus puertas.
El CESE, en su dictamen que recoge el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), ha destacado el papel del transporte de animales como uno de los mayores riesgos para su bienestar. Aunque se muestra favorable al cumplimento de esta regulación, insiste en que la propuesta de la CE debería llevar en cuenta la experiencia práctica de los ganaderos, transportistas y veterinarios.
El Comité ha solicitado, además, un análisis del posible impacto en el sector ganadero, ya que las modificaciones propuestas generan cambios significativos en la estructura, inversión y gestión de las explotaciones ganaderas existentes en la UE. Según el CESE, podría poner en jaque la viabilidad de las granjas y el sustento de quienes dependen de ellas.
La propuesta de nuevo reglamento ha suscitado preocupaciones entre los transportistas ganaderos. Han advertido que incrementar el espacio en los vehículos puede propiciar un aumento en las caídas y lesiones de los animales. Adicionalmente, han señalado que la reducción de densidades y de tiempos de viaje puede involucrar más camiones en la carretera y, por ende, incrementar las emisiones de CO2.
Un punto de especial atención es la realidad laboral de los trabajadores. La obligatoriedad de realizar jornadas laborales nocturnas puede poseer riesgos para su salud y seguridad. Además, el nuevo reglamento restringiría a nueve horas el transporte al matadero, perjudicando a aquellos productores situados en regiones montañosas, aisladas o carentes de infraestructura desarrollada.
El dictamen del CESE ha propuesto varias enmiendas al propuesta legislativa, incluyendo garantizar la inclusión de condiciones equivalentes para las importaciones en los acuerdos comerciales bilaterales. Ha solicitado se tenga en cuenta la «experiencia empírica de los profesionales del sector» y que la responsabilidad de garantizar que el transporte cumple con el reglamento se comparta entre organizadores y autoridades.
Además, han planteado la posibilidad de permitir que la carga de animales en los medios de transporte sea supervisada no solo por un veterinario, sino también por una persona competente y autorizada. La propuesta enmienda también la sección regulatoria de los sistemas de ventilación, planteando un ambiente a temperatura adecuada para las especies animales transportadas.
Para un sector tan fundamental para la economía y el abastecimiento alimentario, estas regulaciones plantean desafíos importantes que deberán abordarse cuidadosa y deliberadamente para preservar la salud animal y la supervivencia de la industria ganadera.