Según un artículo reciente, se ha desvelado que la Unión Europea (UE) está desarrollando una réplica digital de nuestros océanos con el objetivo de explorar sus misteriosas profundidades, predecir desastres naturales y satisfacer la curiosidad pública.
El proyecto de la UE en profundidad.
El desarrollo de esta réplica virtual no es un esfuerzo menor. El proyecto, con un fondo comunitario de 10 millones de euros para su creación y otros 15 millones anuales para su desarrollo, tiene un claro objetivo: contribuir a la protección y restauración de nuestros océanos mediante un mayor y mejor entendimiento del medio marino.
Este gemelo digital del océano supone un importante recurso para académicos, pescadores y políticos, proporcionando información valiosa a través de técnicas avanzadas de modelización digital. El proyecto comenzó en 2022 y su finalización está prevista para 2030, después de un proceso de pruebas a gran escala.
Aplicaciones y beneficios del gemelo digital del océano.
El gemelo digital del océano es más que un mero experimento. Sus aplicaciones son diversas y su potencial es bien impresionante. Desde ayudar a ostricultores irlandeses a mejorar las condiciones del litoral para la proliferación de moluscos hasta ayudar en la protección de nuestras costas turísticas, las posibilidades son prácticamente infinitas.
Quizá uno de los usos más notables del gemelo digital es la lucha contra la contaminación plástica. Se ha desarrollado una aplicación que rastrea el recorrido del plástico una vez que entra en el océano, permitiendo predecir su comportamiento basándose en mareas, viento y corrientes submarinas. Teniendo en cuenta que los plásticos marinos cubren una superficie equivalente a Bélgica y que se espera que esta superficie se duplique para 2030, esta herramienta es de vital importancia.
Una parte de una familia más grande.
El gemelo digital del océano es sólo uno de los varios proyectos de la UE destinados a modelar digitalmente nuestro planeta. Anteriormente, la Comisión Europea presentó dos réplicas terrestres para simular los efectos del cambio climático. Estas reproducciones, junto con la oceanográfica, forman parte del proyecto «Destino la Tierra», desarrollado desde 2021 con una inversión de más de 200 millones de euros.
Sólo el tiempo dirá cómo estas valiosas herramientas digitales contribuirán a la protección y restauración de nuestro planeta. Pero lo que está claro es que la UE está apostando fuertemente por la tecnología digital para ayudar en la lucha contra el cambio climático.