El sector porcino español enfrenta una amenaza emergente por la insinuación de China de iniciar una investigación por «antidumping» al cerdo procedente de la Unión Europea (UE). El país asiático, principal destino de las ventas españolas de cerdo, inaugura así una posible guerra comercial en la que los aranceles podrían convertirse en la principal arma arrojadiza entre la UE y el gigante asiático. Sin duda, una situación que mantiene en vilo a los productores e industriales del cerdo de España, principal proveedor de cerdo en la UE.
El sector del porcino se halla en vilo, ya que vende un porcentaje significativo de sus productos a China. Este país, de hecho, compra el 20,3 % de todo el volumen que se exporta anualmente desde España y casi el 14 % de la facturación total. Una marcada diferencia con naciones como Francia, segundo cliente de España en cuanto a productos porcinos, que aunque compra menos volumen, paga más por carne de mayor valor.
China absorbe la mitad del cerdo que compra a España, entraña una realidad que puede alterarse si el país asiático decidiera subir los aranceles al cerdo europeo. En esta ecuación, Cataluña jugaría un papel fundamental siendo el principal productor de cerdo en España, con el 40 % del volumen anual de materia prima. Esta comunidad autónoma vende de forma externa 1,42 millones de toneladas anuales, de las que el 19 % viaja a China.
Este impasse genera incertidumbre en el sector porcino español que ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a consolidar a China como un cliente primordial en la última década. Así, un posible incremento en los aranceles al cerdo europeo disminuiría su competitividad frente a competidores, como Estados Unidos. Sin duda, es un ámbito a seguir de cerca dado el impacto potencial que podría tener en el sector porcino español.