La continua evolución de la industria de aperitivos -o «snacks»- en España está dictada por la transformación de los hábitos de consumo y la creciente influencia de los avances tecnológicos. Actualmente, esta industria genera más de 2.300 millones de euros en facturación, y las empresas del sector se encuentran en una constante búsqueda de innovación, reformulando recetas, creando nuevos productos y explorando nuevas oportunidades para cubrir los distintos momentos de consumo.
Eduardo Cotillas, director de I+D+i de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, resalta que la evolución es evidente tanto en las fórmulas de los productos como en los envases. De hecho, el reto es responder de manera personalizada a los consumidores, satisfaciendo sus necesidades nutricionales particulares.
Los datos más recientes de la Asociación de Snacks revelan que, en promedio, cada persona en España consume 7,5 kilos de snacks por año y que la producción total alcanza 356.000 toneladas. Dentro de esta cantidad, los frutos secos representan el 44% del total, seguidos por las patatas fritas con 32% y otros tipos de aperitivos constituyen el 24%.
Simón Fusté, director de la unidad de negocio de Snacking de Sigma en Europa, destaca la amplitud de la categoría de aperitivos. Según él, «abarca prácticamente todas las categorías de alimentación». El «snack» ha evolucionado desde ser una forma de picoteo placentero a convertirse en un alimento con más valor nutritivo, elaborado con un mínimo de ingredientes y adecuado para personas con diferentes intolerancias alimenticias.
La industria de los snacks se encuentra en un entorno cada vez más competitivo y complejo, con vidas cortas de los productos y demandas crecientes de los consumidores por una reformulación de la forma de alimentarnos. Por lo tanto, se espera que esta industria experimente muchos cambios en los próximos años.
Un ejemplo de esta adaptación es el caso de «Snack’In For You» de Campofrío, que incluye en su categoría alimentos como embutidos, queso, frutas, verduras y hortalizas, horneados y con menos grasa. Sin olvidar la importancia de adaptar sabores e ingredientes a las distintas culturas gastronómicas.
Además, el informe Demand Spaces indica un crecimiento promedio anual del 10% para los «snacks». En España, el consumo es principalmente salado y se suele dar en casa, alimentado por hambre y placer.
Por último, se destacan seis perfiles de consumidores: el saciante, el indulgente, el funcional, la ingesta social, la saludable y la reemplazante. Estos perfiles permitirán a la industria desarrollar productos más centrados en la demanda. Para sobrevivir en el competitivo ambiente del mercado de los snacks, las empresas necesitarán mantener una actitud de constante adaptación y creatividad.
