Las estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de España reflejan una preocupante realidad. Se espera una cosecha de cereales de tan solo 9,11 millones de toneladas, significando una disminución del 48,5% en comparación con la pasada campaña. Esta notable baja es consecuencia directa de la sequía que se ha extendido por meses.
Enfrentados a este duro escenario, el sector subraya la imperante necesidad de encontrar nuevas técnicas y soluciones que optimicen el rendimiento de los cultivos y respondan a los desafíos del cambio climático. Desde las mismas Cooperativas Agro-alimentarias, se ha puesto el foco en la investigación, mejoras genéticas y el desarrollo de nuevas variedades como pilares fundamentales para impulsar sus rendimientos.
Además, no se puede dejar de lado el tema del agua. La gestión de este recurso es crítica y se hace urgente implementar políticas que garanticen un acceso sostenible a recursos hídricos para la agricultura.
A la par de esta situación, las cooperativas recalcan que un volumen considerable de hectáreas no se cosecharán esta campaña debido a su bajo rendimiento, siendo cultivos como la avena, el centeno y los triticales los que más han sufrido, destinándose finalmente para aprovechamiento ganadero.
En medio de este contexto, las Cooperativas Agro-alimentarias de España advierten que una cosecha corta implica un gran desafío logístico. Se debe garantizar un suministro regular y constante para cubrir las necesidades de consumo de la ganadería nacional. Aquí resalta la importancia de una gestión organizada y una planificación estratégica que pueda minimizar el impacto de la baja producción y favorecer la distribución de cereal a lo largo de la campaña de comercialización.
