La capacidad de las reservas hídricas de España ha experimentado una reducción notable en los últimos días. Según información proporcionada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, los embalses del país almacenan actualmente un total de 34.607 hectómetros cúbicos (hm3), cantidad que representa el 61,8% de su capacidad total. Este índice ha bajado 9 décimas en comparación con la semana pasada.
Las precipitaciones han sido determinantes para esta disminución. Las circunstancias han sido más favorables en la vertiente Mediterránea, donde las lluvias han sido abundantes. Sin embargo, la vertiente Atlántica ha sido menos beneficiada por las precipitaciones, lo que significa que la media general ha descendido. En particular, Teruel ha recopilado la mayor concentración de lluvias, con 33,4 litros por metro cuadrado.
Para entender esta situación, es necesario observar cómo se han comportado las distintas cuencas hídricas de España en este periodo. Algunas cuencas, como la del Cantábrico Oriental y la de Tinto, Odiel y Piedras, mantienen el agua acumulada con 83,6 % y 84,3 % respectivamente. Por otro lado, la cuenca Cantábrica Occidental ha registrado un ligero incremento en su capacidad, con un incremento del 0,6%.
Sin embargo, la mayoría de las cuencas han visto disminuir sus reservas de agua. Entre ellas, se encuentran las cuentas internas del País Vasco, que ha bajado un 4,8% después de estar al 100% la semana pasada. De igual manera, las cuencas del Duero, Miño-Sil, Galicia Costa, Tajo, Guadalquivir, Ebro, Júcar, Guadiana, Guadalete-Barbate, Mediterránea Andaluza, Segura y las cuencas internas de Cataluña han experimentado descensos del entre 0,2 y 1,7%.
Estos datos proporcionan un panorama incierto sobre la gestión y el cuidado de los recursos hídricos en España. Reitera la urgencia de implementar medidas para atisbar una eficiente gestión del agua, dado su carácter indispensable para la vida y la economía. Este último factor es especialmente notable en España, país en el que sectores como la agricultura dependen enormemente de un acceso regular a fuentes de agua.
Los constantes cambios en los niveles de agua en las reservas hídricas españolas ponen de manifiesto la importancia de mantener un seguimiento constante de la situación para prever y evitar posibles escenarios de escasez. Las autoridades relevantes deben, por tanto, mantenerse atentas ante estas variaciones y actuar de forma proactiva y eficaz en su gestión de los recursos hídricos.