La escasez de plantas de olivo se convierte en el último obstáculo para los agricultores españoles que buscan sumarse a la ola de inversión en el olivar intensivo. Según Efeagro, los principales viveros del sur de España, donde se concentra la mayoría de la producción olivarera, informan que las existencias se han agotado. Es un hecho impactante, dado que la primavera suele ser el momento óptimo para la plantación de nuevos olivos, cuyos primeros frutos no se verán hasta algunos años más tarde.
La situación es especialmente crítica en los viveros de Córdoba, donde «no hay olivos». Un hecho que respalda la compañía cordobesa de viveros La Conchuela, con más de 25 años de experiencia en la producción y venta de plantones de oliva nebulizados de más de 30 variedades. El vivero reconoce la inhabilidad para abastecer la demanda actual de plantones de olivo, un fenómeno que atribuye al aumento de los precios del aceite, la caída de los precios de la almendra y el pistacho, y la intervención de los fondos de inversión.
Fuentes de Viveros de Olivos El Soto (Córdoba) admiten que tienen «prácticamente todo vendido» y prevén que no reanudarán la comercialización sino hasta el próximo octubre, cuando las plantas hayan crecido a un tamaño considerado apropiado.
Lo impresionante de esta situación es la demanda de la variedad «picual», utilizada en los cultivos intensivos de regadío, en los que la inversión actual es muy alta. En lo que concierne a los viveros de Jaén, ya tienen reservadas plantas para la primavera de 2025, según está experimentado la compañía Agrariaolive. Un cambio de mentalidad está en marcha en el campo, donde se privilegia la “rentabilidad y la productividad”.
Esta tendencia en auge de olivar en seto está siendo favorecido por su fácil mecanización, característica bien apreciada en las zonas donde hay agua, como Sevilla, Cádiz y Badajoz.
La empresa extremeña Olivos de Badajoz también está experimentando un incremento en la demanda de plantas de olivo de variedades como la arbequina y la picual, que son requeridas en grandes cantidades por la alta densidad de plantación de los olivares intensivos. Sus gerentes destacan que han tenido que asignar toda su producción y aún tienen clientes en espera.
