El campo de la ganadería se encuentra en alerta debido a la detección del serotipo 3 del virus de la lengua azul en Portugal. Los servicios veterinarios oficiales de este país informaron recientemente sobre la circulación de este serotipo en tres explotaciones de ganado ovino ubicadas en Torre de Coelheiros, en la Región de Évora, a unos 60 kilómetros de la frontera con España.
Este serotipo de lengua azul tiene una gran importancia debido a su alta incidencia en la mortalidad ovina. Los cuadros clínicos se caracterizan por su severidad y la mortalidad oscila entre un 10 hasta el 25%, algo que ha causado preocupación en los entes de salud animal del país Ibérico.
Además de los casos confirmados, existen varias sospechas de contagio en explotaciones localizadas en el mismo municipio, que actualmente están en proceso de confirmación. Muestras han sido enviadas al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, Laboratorio Europeo de Referencia para la enfermedad, con el fin de determinar el posible origen del virus.
Este serotipo 3 de la lengua azul, que ha estado presente en el norte de África (Túnez) desde hace años, fue detectado por primera vez en Países Bajos en octubre del 2023. Desde entonces, se ha ido extendiendo por varios países europeos, entre los que se encuentran Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Francia, Reino Unido y ahora Portugal.
En respuesta a la aparición de este foco, España ha acordado con las autoridades portuguesas interrumpir el movimiento de animales susceptibles de lengua azul procedentes de Portugal. Esta medida se mantendrá hasta que se disponga de más información sobre la situación epidemiológica de la enfermedad.
Además, desde el Ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación se ha contactado con laboratorios productores de vacuna, con el fin de preparar un banco de vacunas de emergencia frente a este serotipo 3. Todo con el objetivo de estar listos para un posible empleo inmediato si fuera necesario.
Es importante recordar que la lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a rumiantes de diferentes especies y es transmitida mediante mosquitos del género Culicoides, pero no afecta al ser humano.