La industria pesquera española ha experimentado una marcada disminución en las descargas en puerto durante los primeros tres meses de este año, según informes recientes de Puertos del Estado. Los datos apuntan a una reducción de un 15,8 % en las descargas de pesca fresca comparado con el mismo periodo del año previo. A pesar de la disminución general, algunas áreas registraron un aumento en las descargas, lo que indica una fluctuación en la actividad pesquera.
La cifra acumulada de descargas en puerto se ha fijado en 26.071 toneladas durante el primer trimestre, lo que demuestra un cambio pronunciado de la tendencia alcista observada en el período correspondiente en 2023. De todas las áreas pesqueras, once han mostrado un aumento en las descargas mientras que se ha registrado una caída en las capturas en igual número de puertos.
De manera interesante, la ciudad andaluza de Málaga experimentó el crecimiento más alto entre todos los puertos pesqueros, alcanzando un impresionante aumento del 136,9 %. En contraste, Ceuta ha sufrido la mayor contracción, llegando incluso a no reportar descargas.
Asimismo, el informe subraya que el puerto de Vigo sigue siendo el líder en términos de volumen, a pesar de una caída del 7,6 %, con un total de 6.631 toneladas descargadas. Por otro lado, Pasaia (Guipúzcoa) ocupa el segundo lugar con 4.288 toneladas, aunque también ha experimentado una caída importante, en este caso del 36,8 %.
Específicamente en marzo, los puertos españoles registraron descargas por 10.886 toneladas de capturas pesqueras, lo que supone un descenso de 25 % comparado con marzo del año anterior. Estas cifras subrayan la necesidad de estudiar más a fondo las causas de estas variaciones en la actividad pesquera. Las consecuencias de esta tendencia podrían tener una amplia gama de implicaciones, tanto para la economía local como para la seguridad alimentaria a nivel nacional.
