A falta de más de un mes para Semana Santa, los pasteleros y las tiendas, tanto las pequeñas como algunas grandes cadenas de supermercados, han adelantado la venta de dulces típicos de esta fecha ante un incremento de la demanda por parte de los consumidores.
Dulces que trascienden la estacionalidad
Las torrijas, los huevos de Pascua y los pestiños son algunos de los dulces típicos de la Semana Santa que ya se pueden encontrar en los lineales de las tiendas, artículos, todos ellos, que hasta hace unos años eran temporales, pero que en los últimos años han conseguido romper la estacionalidad.
La Asociación Española de Industrias de Panadería, Bollería y Pastelería ha confirmado que uno de los productos que más se han visto afectados por esta desestacionalización son las torrijas. «La torrija sigue ganando protagonismo en el mercado, con incrementos de más de un 30 % en volumen respecto al año anterior», ha indicado la organización, que ha puntualizado que en torno al 40 % de su consumo se concentra en Semana Santa.
Un mercado en evolución
No obstante, según sus datos, se han producido picos de demanda en diciembre, lo que ha consolidado a la torrija como un producto «cada vez más presente en otras épocas del año». Su estabilidad en ventas a lo largo del año confirma que la torrija ha dejado de ser un dulce estacional para convertirse en una opción con presencia constante en el mercado, ha destacado la organización.
También ha confirmado el caso de la torrija la Asociación de Pasteleros y Panaderos Artesanos de Madrid, que ha precisado que este dulce «lleva ya presente casi un mes en las pastelerías» de la Comunidad de Madrid y en otras regiones. Asimismo, se ha adelantado la venta de otros «productos estrellas» de la Semana Santa en las pastelerías, como los huevos de Pascua, orejas, pestiños y bartolillos.
Iniciativas en restauración
La restauración también ha sido partícipe de esta evolución, incorporando estos productos en su menú. Por ejemplo, la torrija se presenta en versiones renovadas, como las torrijas con helado o con diferentes tipos de siropes, lo que amplía su atractivo más allá de la tradición.
Con respecto a la comercialización, los responsables de la Confitería Rufino, pastelería onubense especializada en productos de temporada, han asegurado que la venta de dulces de Semana Santa arranca con un mes de antelación. En el caso de Sevilla, donde cuentan con una tienda, han asegurado que estos artículos empiezan a venderse justo a partir del miércoles de ceniza, por lo que la demanda de los mismos se produce durante la Cuaresma, incluso más que en la propia Semana Santa.
La tendencia en las tiendas
A parte de las pastelerías, algunas cadenas de supermercados, como la empresa madrileña Ahorrás, ya han puesto en sus lineales productos de Semana Santa, como pestiños, torrijas y borrachuelos, atendiendo así a un cliente ansioso por disfrutar de estos manjares.
Todo esto hace que, a falta de un mes para Semana Santa, los consumidores pueden hacerse ya con sus dulces favoritos de esta fecha, artículos que, poco a poco, han conseguido ganar espacio en las vitrinas de las pastelerías debido a su alta demanda. Se observa una clara tendencia hacia la diversificación en la oferta de productos, lo que permite que cada vez más personas puedan disfrutar de las delicias tradicionales, ya no sólo en épocas específicas, sino en cualquier momento del año.
Así, es indudable que la conexión entre la tradición y la innovación está cambiando la forma en que disfrutamos de estos productos en la actualidad. La influencia de los hábitos de consumo y de las temporadas se entrelazan, creando una demanda que refleja una cultura gastronómica en evolución. ¿Te has preguntado alguna vez cómo influirán estas tendencias en el futuro de la pastelería y la cultura culinaria en general? La interacción de lo clásico con lo contemporáneo promete seguir cautivándonos, mientras seguimos explorando nuevas delicias que van mucho más allá de la Semana Santa.