Durante el último año, el absentismo laboral en el sector de la distribución alimentaria ha mostrado un crecimiento alarmante. Con más de 353.000 procesos de baja laboral registrados para los trabajadores protegidos por las mutuas, se ha observado un incremento del 4,58 % en comparación con el año anterior. Esta tendencia preocupante refleja problemas que van más allá de los números y afecta tanto a los empleados como a las empresas.
Crecimiento del absentismo en la economía
El coste del absentismo en el total de la economía ha dado saltos significativos, duplicándose en los últimos seis años y alcanzando los 28.987 millones de euros en 2024. ¿Qué significa esto para el ámbito laboral y la sostenibilidad de las empresas? La respuesta radica en las implicaciones que tiene en la competitividad de los negocios y en la salud de los trabajadores.
El impacto en el sector alimentario es especialmente evidente, donde el coste del absentismo laboral ha crecido un 119 %, superando la media global. En 2024, este coste alcanzó la cifra de 1.023 millones de euros, lo cual es un claro indicador de problemas estructurales que enfrentan las empresas del sector.
Duración de las bajas laborales
En cuanto a la duración de las bajas laborales, se ha encontrado que la media fue de 46 días en 2024. Sin embargo, las bajas asociadas a patologías traumatológicas, tratadas por los servicios públicos de Salud, se extendieron a 75 días, lo que añade una preocupación adicional sobre la capacidad de recuperación de los trabajadores y la presión que esto ejerce sobre las organizaciones.
Por otro lado, las patologías derivadas de Contingencias Profesionales, gestionadas por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, mostraron una duración de 42 días. Esta discrepancia resaltan las diferentes cargas que enfrentan los trabajadores, dependiendo de cómo son tratados sus casos.
Impacto en la competitividad y la salud laboral
El informe presentado en la CEOE, por parte de La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) y la patronal de supermercados Asedas, enfatiza que esta realidad no solo afecta a los empleados, sino que también representa un perjuicio notable para la competitividad de las empresas y un desafío para la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social.
Además, este incremento del absentismo tiene consecuencias directas en el funcionamiento normal de las empresas, ya que genera una carga adicional para el resto de los trabajadores. La necesidad de adaptarse a estas situaciones puede llevar a una disminución en la productividad y a un clima laboral menos favorable.
Llamado al diálogo entre sectores
Durante la presentación del informe, se hizo un llamado a mantener el diálogo entre la administración, las mutuas y las empresas. Este enfoque colaborativo es esencial para abordar los problemas que han surgido y para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
En esta jornada, participaron figuras clave como el presidente de la CEOE, el presidente de AMAT, Juan Roca, y el presidente de Asedas, Josep Antoni Duran i Lleida, quienes compartieron sus perspectivas sobre cómo mejorar la situación actual.
En resumen, el crecimiento del absentismo laboral en la distribución alimentaria no solo es un marcador de problemas internos, sino que también refleja desafíos mayores que deben ser abordados en conjunto. Mantener un enfoque colaborativo y buscar soluciones adecuadas será crucial para asegurar un futuro sostenido y saludable tanto para los trabajadores como para las empresas del sector. Explorar estas dinámicas y sus implicaciones podría ofrecer una nueva luz sobre cómo avanzar hacia un entorno laboral más resiliente y eficiente.








