El comercio de bacalao en España experimenta un auge significativo
El comercio del bacalao en España atraviesa un momento de notable expansión, con un crecimiento significativo del consumo y Noruega comandando como proveedor principal. Esto sucede en un contexto donde Noruega, España y toda la Unión Europea compiten por los caladeros de pesca.
Según constatan armadores, industria e importadores, esta expansión contrasta con la caída generalizada del consumo pesquero español. Pese a que un 30% del consumo de bacalao se da en los dos meses que abarcan la cuaresma y la Pascua, este se está ampliando a todo el año, especialmente en términos de bacalao fresco.
Las procedencias más habituales del bacalao que se consume en España suelen ser países como Noruega, Islandia, las islas Feroe o los Países Bajos. Aunque existe también una industria nacional de salazones que exporta bacalao, ya sea salado o seco. España posee una flota bacaladera de cuatro barcos que comercializan en territorio nacional, pero destinan la mayoría de su producto al mercado británico y portugués.
Las ventas de bacalao en España han aumentado un 2,8% en volumen y un 1,8% en valor durante el último año. Dentro de las categorías, la del bacalao fresco subió un 9,5% en volumen y un 5,3% en valor, mientras que la modalidad de salado también experimentó un incremento correspondiente al 9% en volumen y al 18% en valor.
El volumen de exportación de bacalao fresco o «skrei» desde Noruega a España ascendió un 149% en los primeros dos meses de este año, alcanzando las 716 toneladas, y se estimaría un valor de 3,9 millones de euros al mes.
Por otro lado, la figura del cupo de pesca presenta retos para los armadores de pesca de bacalao en España. En particular, los cupos compartidos con Noruega añaden una presión extrema a la viabilidad de la flota española. Además, el pescado procedente de Rusia entra al país a través de Noruega y del puerto de Rotterdam, lo que empuja los precios a la baja y repercutiendo en el salario de los marineros, aunque una proporción de su sueldo depende de las ventas.
En resumen, la venta de bacalao en España vive un momento próspero gracias a un aumento significativo de consumo. Sin embargo, elementos como las cuotas de pesca compartidas con Noruega y la competencia del pescado ruso representan desafíos notables para la industria local.
