La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) está comprometida con la estrategia de instalar placas solares en áreas rurales que se alinean con las regulaciones medioambientales. Manifiestan que las prácticas agrícolas y la energía solar fotovoltaica pueden coexistir sin dificultades.
La idea de una coexistencia armoniosa es respaldada por José Donoso, el director general de la UNEF. El dirigente destaca la sinergia de ambas actividades, ejemplificando con granjas que permiten el pastoreo de ovejas alrededor de las instalaciones fotovoltaicas, un método ecológico para mantener la tierra.
Los hechos respaldan la postura de la UNEF. Según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), los parques fotovoltaicos en España sólo utilizan un mero 0,2 % de la superficie agraria útil, a pesar de haber experimentado un crecimiento del 166 % en los últimos ocho años.
Es importante destacar, la instalación de paneles solares no se realiza al azar. Todo proyecto de energía solar debe someterse a una evaluación exhaustiva de impacto ambiental. Este proceso, regulado por una ley, obliga a recibir la aprobación de la respectiva comunidad autónoma, y en el caso de instalaciones que superan los 50 megavatios, también requieren la aprobación del gobierno central.
Donoso señala que el uso de terrenos para placas solares no implica ninguna agresión a la tierra. Contrariamente, sugiere que proporciona un ‘descanso’ a la tierra, haciendo que sea ideal para la agricultura futura, además de brindar sombra que reduce la temperatura del suelo y proporciona refugio a la fauna local.
Las áreas rurales pueden aprovechar las ventajas económicas de las energías renovables con la instalación de placas solares. El alquiler de terrenos a la industria fotovoltaica puede representar una fuente de ingresos significativa para los agricultores. Según la UNEF, un agricultor puede ganar entre 100 y 400 euros anuales por hectárea alquilada para energía solar.
Donoso remarca que la energía solar puede proporcionar una ‘única oportunidad’ económica a los pueblos rurales de España. Para él, quien se opone a la instalación de energía solar, en efecto respalda la perpetuación de los combustibles fósiles.
La UNEF anhela continuar su trabajo en estricta conformidad con las regulaciones de impacto ambiental y espera un mayor apoyo gubernamental en la transición a la descarbonización. Mientras mantiene su vertiente ecológica, esta organización propone la adopción del ‘sello de excelencia en sostenibilidad’ para las empresas de la industria, esforzándose por la integración paisajística ambiental y la economía circular.