El protagonismo de la agricultura se prevé sin precedentes en las próximas elecciones a la Eurocámara. Tanto es así que, tanto en las listas de los partidos como en los debates más significativos, la economía y el futuro climático del sector agrícola ocuparán un lugar destacado. Esta atención renovada parece ser una respuesta al eco resonante de las recientes protestas de los agricultores.
España dará inicio a la campaña para las elecciones del 9 de junio a la medianoche del viernes 24. El campo gozará de un protagonismo especial en las candidaturas y en las acciones de la Comisión Europea (CE). Las protestas de los agricultores y ganaderos tuvieron como resultado un cierre agridulce de la legislatura 2019-2024 que propició una serie de concesiones por parte de Bruselas en la Política Agrícola Común (PAC).
Los productores, que aún continúan manifestándose, esperan que este clamor se refleje en un nuevo mandato de la Unión Europea (UE) que preste mayor atención a sus desafíos económicos. Incluso persiguen que se establezcan medidas para compensar o frenar las ambiciones verdes.
El ingeniero agrónomo Tomás García-Azcárate, experto en PAC, ha destacado que la agricultura se ha convertido en un tema prioritario en estas elecciones. Haciendo alusión a la representación en las listas electorales, García-Azcárate ha indicado que el PP sitúa a expertos en agricultura en posiciones prominentes. En el caso de los socialistas, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y candidata, está invirtiendo una considerable cantidad de tiempo en hablar sobre agricultura y medioambiente.
La revisión de la PAC, del presupuesto plurianual, la ampliación de la UE o el Pacto Verde europeo son los principales desafíos para la agricultura de la próxima legislatura. Las organizaciones agrarias subrayan que los cambios ecológicos deben ser económicamente sostenibles. García-Azcárate considera que es necesario ayudar a los agricultores a afrontar esta transición verde, aunque advierte que la mitigación climática se tendrá que hacer, ya sea de manera forzosa o voluntaria.
Por otro lado, ha aumentado el temor a la desinformación y una posible distorsión de las prioridades reales para el campo tanto en España como en la UE. Durante las protestas de los agricultores, tanto en Alemania como en Polonia, se detectó desinformación orquestada desde Rusia para promover las manifestaciones en su territorio.