Desde el archipiélago canario, en unión con expertos cubanos, se están dando pasos significativos en la incorporación de la yuca como componente alimentario para el ganado. El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), el Instituto de Investigaciones de Viandas y Frutas Tropicales de Cuba (INIVIT), y la Asociación Universidad sin Fronteras (USF) se han puesto manos a la obra para explorar esta alternativa.
La idea central es disminuir los costes en insumos de la ganadería, tomando en cuenta el constante incremento de los precios de los cereales, principalmente a raíz de conflictos geopolíticos como el que afronta Ucrania. Pero no solo se trata de economía, también se vislumbran mejoras en la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola actuales, lo cual es una información destacada por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía alimentaria canaria.
Desde 2021 se vienen realizando ensayos con el fin de averiguar si la parte subterránea de la yuca, una vez transformada en harina, podría reemplazar al cereal en la dieta de los animales. También se estudia el aprovechamiento de la parte aérea de la planta como forraje.
Ha habido un crisol de experiencias y aprendizajes en este camino, desde la importación de 4.000 esquejes de cuatro variedades de yuca propias del centro de Cuba, su aclimatación en la finca Tejina en Tenerife, hasta su uso experimental en la alimentación de ganado local.
En paralelo, se realiza el análisis de su aptitud agronómica y rendimiento, así como de su viabilidad económica y técnica para la fabricación de piensos. Sin dejar atrás la formulación de dietas equilibradas y completas utilizando la yuca y otros ingredientes.
Para añadir precisión a este proyecto, se realizarán pruebas de palatabilidad e ingesta en diferentes especies y se evaluará el producto final en cada caso, ya sea leche, queso, carne o huevos. Este minucioso trabajo cuenta con el soporte de científicos cubanos, especialistas en el manejo de estas variedades de yuca.
La presidenta del ICIA, Janira Gutiérrez, menciona que el posible producto final sería de kilómetro 0, o sea, totalmente local, y se agregaría de manera sostenible a la alimentación animal. Además recalca que la diversificación es fundamental para reducir riesgos en la producción agrícola en sistemas pequeños como las islas del archipiélago canario.
En resumen, hacia finales de 2024 se tendrán los primeros resultados sobre el rendimiento y el manejo agronómico del cultivo de yuca y en 2025 saldrán a la luz los resultados con respecto a su eficacia en diferentes especies de ganado local. Esto supone un esperanzador horizonte para la comunidad ganadera de Canarias.