La efervescencia del comercio pesquero en el corazón de Madrid
Descubrir el mercado central de abastecimiento de pescado de Madrid, Mercamadrid ofrece una oportunidad única para entender la idiosincrasia del comercio pesquero en España, la cual está fuertemente influenciada por factores como la predominancia de importaciones, el desafío del relevo generacional y el ajuste de las cuotas pesqueras.
Emplazado en un espacio de 42.600 metros cuadrados, comparable a seis campos de fútbol, el laten de Mercamadrid inicia a medianoche y alcanza su punto más álgido a las 3:00 de la madrugada para descansar brevemente a las 7:00 a.m. Durante esas horas, los muelles de la capital española bulle con auténtica actividad: desde la descarga de camiones provenientes de todo el país y cargamentos del aeropuerto hasta la exhibición de maravillas marinas como atunes gigantes, cajas frescas a cubas de mariscos y lampreas de talla excepcional.
El comercio pesquero español se despliega en todo su esplendor con 110 empresas y 156 puntos de venta que comercializan anualmente 165.000 toneladas de productos pesqueros y reciben entre 3.000 y 5.000 visitantes diarios. Todo esto posiciona a Mercamadrid como el segundo mercado de abastos pesquero más grande del mundo, solo superado por Tokio, y el primero en diversidad, disponiendo de hasta 400 tipos distintos de pescado.
Pero no solo los aspectos técnicos y de operativa diaria definen a Mercamadrid. Su historia, la integración de tecnología digital y la creciente presencia femenina dan vida a su existencia. Desde su fundación en 1982, el mercado ha sido testigo de innumerables cambios y desafíos. De hecho, las empresas mayoristas, como es el caso de Soledad Fernández, segunda generación de mayoristas de La Bilbaína, definen el rumbo de la evolución del mercado. Con la adecuación a los avances digitales y la transformación del comercio electrónico, el mercado ha ampliado su alcance a otros lugares del mundo y ha integrado nuevas ideas y enfoques, como es el caso de la venta hacia la hostelería. Las mujeres representan el 20% del personal del mercado y el 15% de sus directivas, mostrando una progresiva inclusión y reconocimiento en la actividad pesquera.
En las entrañas de Mercamadrid, también se trazan las tendencias de consumo y se señalan posibles desafíos para el futuro de la actividad pesquera. Dada la presión sobre las especies naturales, algunos distribuidores, como Julio Pérez (Prodemar), apuestan por la acuicultura. Defiende, junto a Juanu, de la firma Elaboraciones Gourmet 6 sentidos, la importancia de innovar con productos nacionales y alternativos como género de Vietnam o Japón, buscando la comercialización de embutidos marinos o de jamón de atún.
Mercamadrid también se enfrenta al desafío del relevo generacional. La falta de personal es un reto que requiere de la intervención de la administración para garantizar la continuidad del sector. Entre los mayoristas, Alfonso Martínez de Pescados Bosamar, aprovecha para destacar la importancia de una pesca sostenible, que garantice que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando del pescado.
Así, la vorágine que es Mercamadrid, se torna un catalizador de retos y oportunidades, un retrato fiel de la actividad pesquera en la capital española; un escenario vibrante que, después de las últimas mangueradas al amanecer, retoma su letargo hasta el mediodía, cuando las oficinas despiertan para continuar con la jornada en «horario normal», antes de que las pescaderías abran de nuevo a las dos horas.
