El vino, esa milenaria bebida que embriaga los sentidos y ha evolucionado a lo largo de la historia para convertirse en el objeto de estudio de sommeliers y enólogos. La ciencia del vino ha avanzado literariamente desde los primeros experimentos con uvas fermentadas por nuestros ancestros homínidos, hasta la era industrial y el concepto de maridaje.
Un buen ejemplo de la evolución del vino a lo largo de la historia es la monumental obra de la elBullifoundation. En una entrevista con Efeagro, el sumiller Ferrán Centelles, ha presentado el Volumen VII de la enciclopedia sobre el vino de esta fundación, que ha madurado finamente desde la publicación de su anterior tomo, en febrero. Este libro cubre ampliamente la historia del vino, desde los primeros fósiles de uva, hace 66 millones de años, hasta los avances enológicos y el primer maridaje a finales del siglo XX.
Un punto que Centelles destacaes la hipótesis del «mono borracho» propuesta por el biólogo Rober Dudley. Esta teoría plantea que hace unos 10 millones de años, los ancestros de los humanos, chimpancés y gorilas evolucionaron en la enzima ADH4, lo que les conferió una capacidad única para metabolizar alcohol al consumir elevadas cantidades de fruta fermentada. Aunque es tentador llamarlo vino, era simplemente el primer contacto con el alcohol.
A lo largo de la historia, el vino ha experimentado numerosas transformaciones. Durante la era del Paleolítico existen hipótesis de que las uvas podrían haber fermentado en piedras, aunque esto no se ha demostrado. No es hasta el Neolítico, en 10.000 a.C., cuando se encuentran las primeras vasijas utilizadas para la fermentación del vino en Georgia, marcando así el inicio de la vinificación.
El desarrollo del vino ha sido influenciado por diferentes materiales y tecnologías, como la cerámica, el vidrio, el acero inoxidable, y la tecnología de temperatura. Además, diversas civilizaciones han añadido su propio toque a la ciencia del vino.
La evolución del vino ha sido un recorrido fascinante, incluso regresando a las prácticas tradicionales de vinificación con el auge de las barricas de cerámica y cemento en algunas bodegas. La flexibilidad y la innovación constante son, sin duda, ingredientes clave en la rica historia y el futuro del arte de la vinificación.