Entre los fabricantes españoles de pienso reina una inquietud creciente por la nueva normativa europea antideforestación que, previsiblemente, entrará en vigor el próximo 1 de enero. Los fabricantes señalan que la nueva regulación plantea serios desafíos a sus intereses económicos debido a los estrictos requisitos que, en su opinión, son «muy difíciles, sino imposibles» de cumplir.
La preocupación principal se centra en el impacto de la normativa en la oferta de soja, un factor crítico en la producción de pienso. La producción de soja en América se ve amenazada por la nueva normativa que exige que los vendedores a la Unión Europea certifiquen que sus productos no proceden de tierras deforestadas o que no contribuyen a la degradación forestal. Esta estipulación ha levantado controversias, pues algunos países productores se niegan, por el momento, a cumplir con los requisitos europeos.
Con la llegada del próximo año, la situación es incierta. Los revendedores internacionales no están ofreciendo cotizaciones para estas materias primas después del 31 de diciembre. Sin embargo, se espera un respiro si la normativa se aplaza, una medida sugerida por algunos Estados miembros y otros cargos comunitarios, incluido el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, quién defiende el aplazamiento para un mejor estudio y para su adaptabilidad a la realidad.
El coste de los «microingredientes», como las vitaminas y aminoácidos, también está generando mella en el sector. Estos, aunque no son un gasto tan significativo en la producción de pienso (alrededor del 6%), han sufrido un aumento de precio debido en gran parte al conflicto en Gaza que ha interrumpido la cadena de suministro y forzado la búsqueda de rutas alternativas más largas y costosas.
A pesar de todo, el director general de la patronal de fabricantes de piensos, Jorge de Saja, valora positivamente el espíritu resiliente y oportunista del sector en busca de alternativas de suministro. Entre ellas, cabe destacar la presencia del maíz brasileño que se está utilizado para solucionar problemas de calidad con el maíz ucraniano. Una clara muestra de adaptación en un entorno cada vez más desafiante. Sin duda, el sector del pienso enfrenta retos importantes pero también está demostrando su capacidad para sortearlos.