La batalla contra las plagas y enfermedades en masas forestales sigue en aumento y adquiere una nueva dimensión en las provincias de León, Salamanca y Zamora. Esto viene a raíz de los devastadores incendios que se registraron en estos lugares en 2022 y 2023. Para combatir este problema, el Consejo de Gobierno ha destinado más de un millón de euros para la ejecución de acciones específicas en 2024. Entre las amenazas forestales, destaca la plaga de perforadores de la madera, cuya proliferación ha ido en aumento exponencial con el paso del tiempo.
Una solución integral y multidimensional
El plan de acción se basa en una estrategia integral y multidimensional que abarca desde detección temprana hasta erradicación de puntos críticos. Concretamente, se espera que se realice una inspección continua y periódica para la detección precoz de los focos de infestación y la localización de árboles secos. Asimismo, se habilitará la detección de focos que presenten signos de ataque, que deberán ser apeados y descortezados antes de que emerjan las nuevas generaciones de plagas.
Se prevé que la empresa Tragsa, como entidad encargada, disponga de los medios necesarios para llevar a cabo los trabajos. Estos incluyen tratamientos culturales y sanitarios con cuadrillas de tratamientos selvícolas, una vez identificado un foco o pie infectado. También se pondrán en marcha estrategias destinadas a controlar preventivamente las masas cercanas a los focos, eliminando árboles debilitados, enfermos o de escaso vigor.
Parte de las tácticas previstas es la captura masiva y monitorización de poblaciones mediante la instalación de trampas de feromonas. Estas buscan seguir la evolución del escolítido Ips sexdentatus, también conocido como escarabajo perforador. Para realizar todas estas actividades, se contará con la colaboración de los agentes medioambientales y los técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente de las provincias afectadas.
Con esta decisión, queda demostrado que la lucha contra las plagas y enfermedades forestales es una prioridad para el Consejo de Gobierno. Además, estos recursos se orientarán no sólo al control y erradicación de plagas ya existentes, sino también a la prevención y detección temprana de nuevas amenazas para así garantizar la salud y conservación de nuestras masas forestales.