Francia se ve empeñada en recuperar su soberanía alimentaria y la de Europa a través de diversas estrategias de resiliencia y soberanía, incluidos los planes de cambio en aspectos clave, como los fertilizantes y la producción de trigo duro. Marc Fesneau, ministro de Agricultura francés, destacó la urgencia de este cambio de paradigma, al señalar que el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la falta de relevo generacional precisan de una inmediata implementación de estas tácticas, tanto en Francia como en Europa.
El ministro Fesneau destacó algunos de los desafíos a los que se enfrenta Francia en cuanto a su soberanía alimentaria, como su dependencia de las importaciones en muchos sectores, incluyendo el de piensos, frutas, verduras e incluso aves. Según el ministro, el calentamiento global representa una amenaza adicional que debe ser tratada con seriedad.
En medio de estas circunstancias, el ministro Fesneau anunció varios planes de soberanía, especialmente en lo que respecta a los fertilizantes. Actualmente, Europa depende en gran medida de Rusia para el suministro de fertilizantes minerales. Como la mayoría de estos fertilizantes están hechos de gas fósil, Francia busca pasar del uso de nitrógeno mineral al orgánico. «Tendremos que aceptar establecer fábricas en nuestro territorio que produzcan fertilizantes nitrogenados», señaló.
Pero los planes de soberanía de Francia no solo se limitan a los fertilizantes. Durante el Salón Agrícola, el país también anunció medidas para recuperar la soberanía en la producción de trigo duro. Francia es el segundo productor de trigo duro de Europa, detrás de Italia. A pesar de esto, exporta una gran cantidad de su producción a la UE y a terceros países.
El ministro también señaló que el calentamiento global podría agravar la dependencia de Francia de las importaciones de alimentos. Explicó que el calentamiento global está conduciendo a una disminución de los rendimientos, una realidad que está comenzando a golpear a países como Egipto, que no puede satisfacer las necesidades de cereales de su población debido a la desertificación.
Finalmente, Fesneau abordó la problemática **situación en Ucrania**, país que ha tenido un papel fundamental en el abastecimiento de cereales en Europa y cuyas exportaciones han sido bloqueadas por Rusia. Según Fesneau, esta es una de las razones por las que Francia está buscando reforzar su soberanía alimentaria.
Para superar estos desafíos, Francia planea implementar un plan de resiliencia a largo plazo que permita superar las crisis climáticas, sanitarias o geopolíticas que amenacen la cadena alimentaria. En palabras del propio Fesneau, “La soberanía tarda mucho en reconquistarse».
