La Generalitat ha rechazado formalmente la solicitud presentada por el Grupo Freixenet para un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) basado en una «fuerza mayor» debido a la sequía. De acuerdo con la administración catalana, tal categoría no es aplicable a medida que Cataluña lleva más de tres años con condiciones de sequía y así, no puede considerarse como un evento imprevisto o ineludible. En este contexto, Freixenet ha optado por redefinir su solicitud de ERTE, ahora basada en circunstancias económicas, técnicas y de producción.
En respuesta a la negativa por parte de la Generalitat, el Grupo Freixenet destacó la crisis sufrida en el sector debido a la sequía. Según la compañía, el déficit de uvas y vino base para la producción de cava justifica la solicitud del ERTE. Lamentablemente, dicen, las condiciones climáticas extremas en áreas como Alt Penedès, Baix Penedès, El Garraf y Camp de Tarragona están teniendo un considerable efecto negativo sobre el sector del vino desde 2021.
Freixenet no está solo en su lucha. Junto con otros productores de cava, sindicatos y viticultores, la empresa lleva tiempo urgiendo a las autoridades de la Denominación de Origen a actualizar la normativa del cava. Alegan la necesidad de implementar medidas para manejar la situación actual de suministro, que califican de muy tensa.
Las medidas extraordinarias aprobadas a mediados de abril por la D.O. para la próxima cosecha, aunque bienvenidas, no son suficientes según Freixenet y llegaron demasiado tarde para evitar un ERTE. A pesar de la sequía, que según la empresa ha acumulado un déficit equivalente a 80 millones de botellas en el sector del cava, el Grupo Freixenet afirmó su compromiso con satisfacer la demanda de los consumidores a corto y medio plazo.