En un llamado urgente para una mayor cooperación agrícola internacional, Manuel Otero, director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), abogó por un fortalecimiento de los vínculos entre América Latina y África. En su intervención durante una discusión en el Instituto Pontificio Augustiniano de Roma, Otero señaló el inmenso potencial agrícola de ambas regiones y remarcó la necesidad de «unir fuerzas» para el beneficio mutuo.
África y América Latina, pilares del futuro agrícola mundial
Otero destacó el papel crucial de América Latina en la seguridad alimentaria global, cuyo acervo de recursos naturales juega un papel significativo en la configuración de nuevos modelos de desarrollo sostenible. Asimismo, subrayó la necesidad de trazar más alianzas con África, un continente cuya extensa área subutilizada de tierra agrícola podría beneficiarse enormemente de la experiencia y las tecnologías de Latinoamérica.
Para Otero, algunas áreas clave para fortalecer la colaboración incluyen la lucha contra la degradación del suelo y los proyectos diseñados para fomentar su recuperación para fines agrícolas. «Si no se recuperan los suelos, todo lo demás será una utopía, no se podrá hacer», enfatizó Otero.
Además, puntualizó sobre la importancia de orientar ambos continentes hacia sistemas agroalimentarios más saludables y seguros que puedan garantizar la alimentación a nivel regional. «Necesitamos recuperar la salud de los suelos, de los animales, del medioambiente», agregó Otero, reafirmando el compromiso del IICA con África, donde ya se han iniciado varios proyectos en la última década.
Acortando distancias, impulsando sinergias
Otero también mencionó la capacidad de adaptación de la tecnología y la experiencia de Brasil, cuyas prácticas correctivas de suelo permitieron un importante salto en la producción y exportación de la región de Cerrado: «Creemos que adaptando la tecnología y experiencia de Brasil se puede generar un enorme salto productivo en África».
Finalmente, habló sobre la importancia de aumentar la cooperación en áreas como el uso sostenible del suelo para una productividad a largo plazo, el desarrollo de la bioeconomía, soluciones agrotecnológicas digitales y prácticas de agricultura climática inteligente. Esto permitiría compartir tecnologías para prácticas agrícolas sostenibles, centradas en una mayor capacidad de resiliencia, esencial para mejorar la gestión del agua y adaptarse al cambio climático.
El compromiso firme de Otero con la cooperación agrícola entre África y América Latina subrayan la importancia de la colaboración internacional para la seguridad alimentaria y la resiliencia agrícola en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente.