En medio de una creciente ola de críticas, la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) ha emitido un comunicado en el que defiende firmemente sus recientes adaptaciones a los seguros de hortalizas bajo cubierta. Según la empresa, las modificaciones no implican la eliminación de la cobertura para la virosis, una preocupación expresada por varios organismos agrícolas.
En respuesta a las acusaciones de Asaja y COAG, Agroseguro ha argumentado que los ajustes son necesarios para corregir el desequilibrio técnico en los seguros de hortalizas bajo cubierta y, en concreto, el asociado al riesgo de virosis. Esta enfermedad ha causado siniestralidades que ascienden a 13,3 millones de euros en los últimos cuatro años, frente a 7,3 millones de euros en primas de riesgo recaudadas.
Contrario a lo expresado por Asaja y COAG, Agroseguro afirma que las medidas tomadas para el plan 2024 no afectan a asegurados con buenos resultados. Sin embargo, sí se han realizado ajustes en casos de productores con siniestralidad reiterada y elevada, así como en aquellos que son nuevos suscriptores.
Disipando inquietudes, Agroseguro recuerda que los niveles máximos de daños indemnizables pueden incrementar en años sucesivos a medida que el rendimiento del seguro mejore y se mantenga dentro de los niveles aceptables. También se han establecido limitaciones para aquellos asegurados que contrataron su póliza por primera vez en el plan 2022 y sufrieron siniestros, mostrando para este riesgo una ratio de siniestralidad del 1.065%.
Indudablemente, estas decisiones han causado controversia entre los agricultores y asegurados. Las críticas mencionan que los ajustes dan como resultado una disminución del 30% en la cobertura para los nuevos agricultores, aunque estos tienen que pagar la cantidad total. Asaja y COAG han presentado alternativas a las medidas de Agroseguro, que incluyen una reducción de solo el 10% en la cobertura para los nuevos asegurados durante el primer año, permitiéndoles garantizar el 40% de la producción de la cosecha.
Este debate destaca la importancia comerciales y técnicas de los seguros agrícolas en un contexto en el que el cambio climático y la alta siniestralidad presentan crecientes desafíos para el sector agrícola. Como en cualquier sector, mantener el equilibrio entre los intereses de los asegurados y los de las aseguradoras continuará siendo un desafío primordial.