La industria alimentaria española, encabezada por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), espera que la inflación en el sector de los alimentos continúe su tendencia a la baja. Esta expectativa se sustenta en los datos recientes que han mostrado una atenuación de los aumentos de precios que alcanzaron niveles récord en los últimos dos años. Sin embargo, cualquier modificación de las actuales circunstancias podría cambiar el curso del mercado.
El director general de la FIAB, Mauricio García de Quevedo, proporcionó esta revisión del panorama económico a la sombra de un clima inflacionario y de la inestabilidad global, que, combinados con los efectos del cambio climático, resultaron en una caída del 2,6% de la producción, que actualmente se cifra en 162.459 millones de euros.
Por otro lado, cabe señalar que la exportación ha mostrado una subida del 3,4% hasta los 47.620 millones de euros. Aunque aún está muy lejos del crecimiento a dos dígitos que definió al sector durante la última década y media, la subida es calificada por García de Quevedo de «aceptable».
En lo que respecta a la estructura de la industria alimentaria española, que representa el 2,33% de la economía nacional, ésta sigue centrada en la concentración de empresas que ayuden a fortalecer el sector. No obstante, la mayoría de estas compañías siguen siendo pequeñas y medianas empresas (pymes).
El escenario planteado por el director general de la FIAB también abarca las dificultades presentes en la gestión de los fondos de recuperación económica Perte, inicialmente dotados con 510 millones, de los que solo se han utilizado 183. Ante esto, se demanda una mayor flexibilidad en el uso del remanente, una simplificación de los procedimientos y una mayor atención a las necesidades específicas de la industria alimentaria.
Además, García de Quevedo también resaltó la importancia de la reutilización del agua en el marco de la industria alimentaria, dado el impacto de la sequía en las empresas del sector. Esta demanda exige que se garanticen las condiciones de salud y seguridad necesarias para su implementación exitosa.
