En los últimos años, el público español ha tenido que hacer ajustes en sus hábitos de consumo debido al notable incremento de la inflación alimentaria. Según un estudio realizado por la Asociación de Empresas (Aecoc), en 2023 los consumidores incorporaban una media de 17,1 artículos por cada visita al supermercado, lo que representa una reducción del 26% con respecto a 2021.
En concreto, se ha observado una mayor tendencia hacia la optimización del presupuesto mediante compras más racionales, planificadas y de menor volumen. El nuevo enfoque hacia un consumo más consciente y la contención del gasto son ahora factores de gran consideración a la hora de llenar el carro de la compra.
Este cambio en los patrones de consumo no se refleja únicamente en la cantidad, sino también en la frecuencia de las compras. El estudio señala que cuatro de cada diez consumidores realizan visitas más frecuentes al supermercado, optando por compras de menor tamaño. No obstante, la consecuencia es que la mitad de los hogares reconoce que llega justo a final de mes.
En este contexto, han crecido las marcas de distribución o marcas blancas. El estudio destaca que un 63% de los consumidores se sienten «muy satisfechos» con la compra de este tipo de productos. De hecho, el 54% confiesa que continuará adquiriendo principalmente productos de las marcas de distribución con las que ya ha experimentado y que son de su agrado.
El informe también destaca que existe un cambio en la preferencia por los establecimientos. Actualmente, un 51% de los consumidores declara que visita con más frecuencia las tiendas donde predominan las marcas de distribución.
En resumen, los españoles se encuentran en medio de una evolución en sus hábitos de consumo a causa de la inflación. La reducción en la cantidad de productos por cesta y el giro hacia marcas de distribución son algunas de las medidas adoptadas para funcionar de una manera más eficiente y económica.