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Inversión del principal banco de semillas mundial para asegurar el futuro del planeta

Aliciente proyecto de conservación mundial se pone en marcha en el sur de Inglaterra, donde en un búnker subterráneo a prueba de catástrofes naturales, se resguardan más de 2.400 millones de simientes provenientes de todo el mundo. El Banco de Semillas del Milenio (MSB, por sus siglas en inglés), alberga y protege semillas de 190 países y 40.020 especies, convirtiéndose en el programa de conservación de plantas más grande del mundo.

En este impresionante depósito, convertido en un preciado archivo de la vida vegetal, científicos de los Reales Jardines Botánicos de Kew trabajan en laboratorios de última tecnología. Cámaras de secado y procesamiento, junto a sistemas de refrigeración, brindan las mejores condiciones para proteger estos singulares tesoros botánicos. Y no solo eso, también se les realiza un análisis de ADN para estudiar su potencial beneficio en la creación de nuevas variedades resistentes al cambio climático.

Este almacén biodiverso no se limita a ser un silencioso repositório histórico de la flora mundial. Sus simientes son recolectadas por equipos de expertos de Kew en colaboración con numerosos países, donde se toman semillas de especies en peligro de extinción, endémicas y de potencial utilidad económica. Estas simientes son posteriormente procesadas y resguardadas en Wakehurst, donde probablemente se convertirán en fuente de repoblación de bosques o reintroducción de especies extintas.

Al considerar la importancia de esta reserva genética, cambio climático y la energía nuclear, podríamos decir que este búnker maneja retos interesantes. Inmediatamente nos vienen a la mente los efectos del cambio climático en la tasa de incendios forestales, las implicaciones para las especies en peligro de extinción, la alteración de los tiempos de cosecha de las semillas, y la necesidad de anticipar desajustes del clima a la hora de replantar. Cada uno de estos retos podrían satisfacer las necesidades individuales de diversas comunidades a nivel local, como en el caso de la recolección de variantes silvestres de vegetales o frutos para futuros cruces genéticos.

Este es el panorama que, de momento, nos presenta el Banco de Semillas del Milenio, marcándose como una auténtica garantía y una prometedora inversión para el futuro del planeta.

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