China ha anunciado recientemente una investigación antisubsidios en respuesta a los aranceles impuestos por la Unión Europea (UE) sobre vehículos eléctricos chinos, orientados especialmente a algunos productos lácteos importados desde la UE. Los más afectados por esta medida serían, sin duda, Francia e Italia.
Según la Administración General de Aduanas de China, Francia es el principal exportador europeo de lácteos al gigante asiático, con cifras que alcanzan los 211,5 millones de dólares en 2023 y 115,3 millones de dólares en los primeros siete meses de este año. Italia ocupa el segundo lugar con exportaciones de mercancías por valor de 64,9 millones de dólares el año pasado y 43,2 millones de dólares en el primer semestre de 2024.
Especificando, las categorías incluidas en las pesquisas abarcan diversos productos lácteos como: leche y nata con más de un 10% de grasa sin concentrar o edulcorar, queso fresco incluyendo cuajada o queso de suero, queso rallado o en polvo, queso procesado sin rallar ni pulverizar y queso de pasta azul u otros quesos veteados producidos con ‘Penicillium roqueforti’.
Cabe destacar que varios países europeos, como Irlanda, Bélgica, Alemania, Austria y Polonia también se verían afectados por la investigación, que previsiblemente se centrará en los productos importados entre abril de 2023 y marzo de 2024 y en los daños que estas compras habrían provocado al sector chino entre 2020 y 2024.
Esta medida más reciente de China tiene lugar de forma simultánea con el ajuste que realizó la Comisión Europea a su propuesta de aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde China. Aunque China ya había adelantado en mayo posibles represalias a los aranceles europeos, las ramificaciones y el impacto definitivo de estas acciones para los productores de lácteos europeos se desconocen todavía.