La Comisión Europea (CE) decidió activar en respuesta a las importaciones ucranianas de huevos que experimentaron aumentos significativos en los últimos meses. El organismo europeo está reestableciendo aranceles a los huevos traídos desde Ucrania hacia la Unión Europea (UE). Se confirma este hecho a través de portavoces comunitarios en el día de ayer.
La semana anterior Bruselas también adoptó semejante estrategia para las importaciones ucranianas de avena. La postura de la Comisión Europea muestra cómo se va equilibrando las necesidades de la economía interna, y sus compromisos internacionales.
La medida de suspensión de aranceles a productos de Ucrania se activó en la UE en junio de 2022. El desencadenante fue el deseo de la Comunidad de brindar un respaldo a Ucrania frente a la invasión rusa. Se decidió continuar con esta medida mediante prórrogas sucesivas, debido a las circunstancias del país europeo. Sin embargo, también se consideraron las inquietudes de los productores europeos en la última extensión, que dio inicio a principios del presente mes.
Se trató de un mecanismo de «freno de emergencia». De este modo, tratan de equilibrar a la necesidad de respaldar a los productores locales, evita la saturación de la oferta con productos ucranianos. El «freno de emergencia» aplica a importaciones de huevos, aves de corral, azúcar, avena, maíz, grañones y miel.
Este «freno de emergencia» es, precisamente, el que la Comisión Europea ha activado para la avena y los huevos ucranianos. Este sistema de freno se activa automáticamente cuando los volúmenes de importación igualan el promedio anual de importaciones registradas entre la segunda mitad de 2021 y todo 2022 y 2023.
Para los huevos, la media anual está establecida en 23.188,96 toneladas. Al alcanzarse esta cifra, Bruselas decidirá reintroducir los aranceles para los huevos originales de Ucrania. Con acciones como estas, la Comisión Europea busca equilibrar las responsabilidades comerciales y las decisiones políticas. También se trata de un intento por proteger a los productores de huevos europeos que ven peligrar su mercado por las significativas importaciones de Ucrania.