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Las nuevas medidas de la PAC en Andalucía: una respuesta a la sequía

En medio de la sequía que aflige a Andalucía, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha decidido hacer frente a esta crítica situación. Se han adoptado medidas de flexibilización excepcionales para la gestión y control de la Política Agraria Común (PAC), con el objetivo de minimizar los efectos devastadores del clima extremo.

En un gesto de proactividad, esta es la segunda ocasión en que la Junta impulsa un cambio en la aplicación de la PAC, dando respuestas más dinámicas a la emergencia climática que afecta al sector agropecuario. Estas medidas de flexibilización, en línea con disposiciones europeas y nacionales, permiten una adaptación de ciertos requisitos y condiciones para la obtención de subvenciones y el cumplimiento de compromisos de la PAC. Todo ello, como respuesta a una causa de fuerza mayor y bajo circunstancias excepcionales.

Como resultado del aviso del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) emitido el 25 de mayo, se ha dado un nuevo paso en esta dirección. Las medidas ahora adoptadas abarcan tanto la condicionalidad como los ecorregímenes, aspectos que fueron insostenibles para muchos beneficiarios de las ayudas de la PAC debido a la persistente sequía.

La innovadora resolución se extiende a todas las ocho provincias de Andalucía y cubre la campaña 2023. Esta medida se suma a la primera flexibilización realizada en octubre de 2022, que ya intentó aliviar los efectos de la sequía.

Las acciones adoptadas en esta resolución incluyen una mayor flexibilidad en los criterios para ser considerado un agricultor activo, adaptaciones en las condiciones de actividad agraria y en la creación de condiciones artificiales, así como una reevaluación de la necesidad de franjas de protección en los márgenes de los ríos y del mínimo de superficie agrícola para superficies no productivas.

En lo que respecta a los ecorregímenes, las medidas alcanzan áreas como el pastoreo extensivo, las islas de biodiversidad, la siega sostenible, la rotación con especies mejorantes, la siembra directa, y los espacios de biodiversidad. Incluso las ayudas directas acopladas y los controles se verán afectados.

Por lo tanto, la resolución puede representar un alivio para las explotaciones afectadas por la sequía en 2022 que no cumplían con el 25% de ingresos agrarios exigidos. Además, se establece la posibilidad de dedicar a siega o pastoreo las franjas de protección de márgenes de ríos y superficies no productivas.

Finalmente, para la producción sostenible de proteína vegetal, también se flexibiliza el pastoreo y la siega, influyendo directamente en el abonado en verde. Todo esto revela una clara intención de adaptarse a la emergencia climática, minimizando los impactos y buscando alternativas para el sector agropecuario en Andalucía.

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