La administración del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó este lunes una nueva serie de programas destinados a los campesinos sin tierra, en un esfuerzo por resucitar la reforma agraria y fortalecer la agricultura familiar en Brasil.
Los programas recién anunciados tienen como objetivo proporcionar tierras, tanto públicas como privadas pero desocupadas, a cerca de 295.000 familias de campesinos que actualmente no tienen propiedades, dentro de un período de dos años. «Enfrentamos un problema antiguo que solo resolveremos trabajando en conjunto con gobernadores y alcaldes para definir las tierras aptas para nuevos asentamientos», explicó el presidente brasileño subrayando la necesidad de que los campesinos tengan acceso a 2 o 3 hectáreas de tierra para nutrirse de sus propios alimentos.
Además de la tierra, los campesinos también recibirán créditos públicos con tasas preferenciales para la adquisición de maquinarias y semillas. Parte de la producción resultante será comprada por el gobierno, que depende en gran medida de la agricultura familiar para proporcionar alimentos a sus programas en escuelas, hospitales y prisiones, entre otros sectores.
Según datos oficiales, la participación de la agricultura familiar en la producción total de alimentos de Brasil es de casi el 30%. Este país es reconocido mundialmente como una potencia en este sector. Sin embargo, durante la gestión del ex presidente Jair Bolsonaro, entre 2019 y 2022, se interrumpieron los nuevos asentamientos y la política de reforma agraria se limitó a conceder títulos de propiedad a los campesinos que ya tenían tierras. Con estos nuevos programas, se busca retomar el fortalecimiento de la agricultura familiar como un pilar importante de la economía brasileña y la seguridad alimentaria del país.